La vida puede parecer extraña. Nadie pide nacer. No es fácil vivir. Sin embargo, nadie quiere morir. Todo nos parece un gran vacío. Sentimos que venimos de un vacío antes de nacer, que vamos a un vacío al morir y pasamos la vida quejándonos del vacío interior que sentimos.
Vienes de Dios y vas a Dios. Por eso, en esta vida sentirás un gran vacío hasta que lo llenes con lo único que lo puede llenar: ¡Dios! Cuando llenes tu interior con Dios, tus pensamientos, todo tu ser y tu entorno serán transformados. Dios, a través del Espíritu, le dará sentido a tu alma y tu alma le dará sentido a tu vida.
Si tienes miedo es porque no comprendes que Dios está contigo donde quiera que estés. Cuando vives en una relación personal con Dios, Él está a cargo y aunque no comprendas, todo lo que sucede, Él se encarga de que sea para bien. Si comprendes eso, no tendrás miedo. Entonces, Si Dios está contigo aquí y ahora y Él todo lo usa para tu bien, no tengas miedo ni te quejes, aprovecha este momento, porque no volverá.
Si comprendieras el amor de Dios y le agradecieras, por todo lo que te pasa, no tendrías miedo, ni te quedaría tiempo para quejarte.
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