Dios te puede sorprender en cualquier momento. Cuando tu has llegado a pensar que nada cambiará y que la rutina se mantendrá igual, de repente algo sucede. Dios actúa y cambia totalmente el rumbo de tu vida.
Sin embargo, para poder experimentar los cambios de rumbo con los que Él Señor te sorprende, es necesario que en medio de las circunstancias que enfrentas le creas a Él y no a las circunstancias. También es necesario que obedezcas al Señor en todo. Si no haces eso, seguirás dando vueltas en un círculo vicioso.
Si quieres ver a Dios sorprendiéndote con cambios positivos para tu vida, es necesario que a partir de este momento tengas la disposición eliminar toda interferencia entre tu y Dios, que inviertas más tiempo en tu comunicación con Él y que te decidas por el camino de la obediencia incondicional a la voz de Dios. Esto te dará fuerzas para vencer toda tentación, la capacidad para discernir ante toda trampa en el camino y tomar decisiones acertadas ante las alternativas que se te presenten.
El Señor te sorprenderá con algo inesperado y que será una enorme bendición. Pero es necesario que te fundamentes en la fe y la obediencia.
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