Juan se sentía solo en la vida y pensó que la solución a sus problemas era refugiarse en las drogas. Finalmente comprendió que esa no era la solución y logro rehabilitarse con la ayuda de Dios y de su familia.
Hay personas que han vivido la experiencia de estar a la deriva en alta mar o náufragos en una isla desierta y en ambos casos sin una provisión de agua dulce. Muchas de esas personas han cometido el error beber agua salada, lo cual aumenta terriblemente su sed.
También hay personas que han estado a la deriva o náufragos en la vida, sin una provisión de amistad, cariño, amor, atención, respeto, aceptación y solidaridad. Al sentir la necesidad, buscan saciarse con aguas saladas, negativas y destructivas, sintiéndose peor que antes.
¿Cuál es tu necesidad y qué has buscado para saciarte?: ¿Alcohol? ¿Drogas? ¿Sexo? ¿Comida? ¿Juegos y Apuestas? ¿Viajes y Fiestas? ¿Pornografía? ¿Vida Social? ¿Trabajo? ¿Poder? ¿Embellecimiento Personal? ¿Hobbies? ¿Ocultismo?
Has tratado de llenar tu vida con esas aguas y sin embargo, tu sed no se ha calmado. Tu necesidad es aun mayor. Beber de "esas aguas" te ha dejado peor que antes. Por lo tanto, no busques más saciar tu sed, en las cosas de este mundo.
Sólo Jesús puede calmar tu sed, llenar tu vacío y saciar tu necesidad. Habla con Él y cuéntale tu necesidad. Síguelo y te saciará.
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