Por motivos de mudanza, tuve que empacar todo el contenido de mi casa y fue increíble ver de todas las cosas que tenía guardadas y no usaba. Esa experiencia me hizo preguntarme ¿Por qué tenemos más de lo que necesitamos y no lo compartimos con otros?
El principio divino que observamos en la naturaleza es que nada se guarda, todo circula. El árbol no guarda los frutos. Los depredadores cazan sólo lo que van a comer. El agua y el aire circulan libremente bpara todos. En la naturaleza, que es reflejo de nuestro Padre celestial, todo circula y nada se guarda, ni se acumula, si no es necesario.
¿Tienes el hábito de guardar y acumular cosas, objetos, inclusive dinero, que no necesitas? ¿Lo haces porque piensas que puedes llegar a necesitarlos algún día?
Debemos ponernos en sintonía con el plan de Dios para la creación. Limpiemos los cajones, los armarios, el garaje y todos los depósitos donde guardamos las cosas. Demos lo que ya no usamos. La actitud de guardar un montón de cosas inútiles encadena nuestra vida. Puede ser que el tema del dinero sea mucho más susceptible para todos nosotros, pero si tenemos dinero en exceso, también aplica el principio de dejarlo circular.
La naturaleza refleja el plan de Dios de que todo circule y que nada se guarde, ni acumule, si no es necesario. Sigue el plan de Dios.
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