Manuel siempre llega tarde al trabajo, porque tiene la costumbre de apagar el despertador y decir: 10 minutos mas. Lo que Manuel necesita es cambiar sus hábitos.
Los hábitos son adquiridos a través de la repetición y llegan a ser una pauta de comportamiento relativamente estable. Además, los hábitos tienen un impacto importante en todo tu proceso de aprendizaje y sobretodo en la formación de tu carácter.
Todo se inicia en tus pensamientos. Piensas en algo y ese pensamiento se transforma en un sentimiento, que se traduce en: ¡Quiero hacer…! De ahí pasas a la acción y haces aquellos que se originó en tu mente como un pensamiento. La repetición de este ciclo es lo que forma el hábito.
Pero todo plan para cambiar de hábitos debe comenzar con el cambio del pensamiento. Si no cambias tu manera de pensar, no puedes cambiar tu manera de actuar, para que comiences a repetir conductas diferentes y puedas fomentar nuevos hábitos. No es que no puedas cambiar tus hábitos. El problema es que te gustan y piensas en ellos constantemente, los deseas, los anhelas, viven y se fortalecen en tus pensamientos.
¿Podemos aprender algo de los hábitos y el carácter de Jesús? Si lo seguimos a Él ¿Por qué no practicamos sus hábitos y buscamos tener su carácter?
Los hábitos que se adquieren por repetición de acciones, forman tu carácter y tu carácter forja tu destino. Por eso, cuida tus hábitos.
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