Una Señora embarazada me comentaba que podía testificar de lo sobrenatural de la creación de Dios, al poder sentir día a día el desarrollo y crecimiento del bebe dentro de su ser sin intervención humana.
¿Has visto las maravillas de nuestro universo? ¿Las galaxias, las estrellas, los sistemas solares, los planetas, los satélites? ¿El microcosmos atómico?¿Los átonos, los neutrones, los protones, los electrones? Todo está sincronizado en perfecta armonía.
¿Has visto los seres vivos? ¿Toda la naturaleza animal y vegetal, con todas sus especies? ¿Los sistemas orgánicos, las células, los cromosomas, el ADN? Todo está sincronizado en perfecta armonía.
¿Cómo alguien puede decir que todo esto es producto de la casualidad? Basta con contemplar la Creación para comprender que un ser supremo, un creador, tuvo que haber diseñado todo, poniéndolo todo en su lugar y en marcha.
Si alguien dijera que el automóvil o la computadora, se inventaron por sí mismos y se armaron por su cuenta, ¡lo darían por loco! Asimismo, tal como tuvo que haber un creador detrás de la sincronizada perfección de todo invento, de igual modo, detrás de la perfecta precisión de este universo hubo un Artífice y Creador Divino.
La creación y tu vida, no son producto de la casualidad y tu destino no depende del azar. Tu Padre celestial tiene el plan perfecto.
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