Me gusta divertirme viendo deportes y cuando mis equipos favoritos juegan, dejo lo que estoy haciendo, para ver el partido. Esa es mi gran diversión, pero para otros eso no es suficiente y necesitan apostar para poder divertirse. Es triste ver como una diversión puede volverse un vicio y hacer tanto daño que pueda llegar a destruir una persona.
Existen muchos tipos de diversión. Algunas son en familia, con un tiempo de relajación, no para competir, ni ganar, sino compartir y divertirse. Otros tipos de diversión, no incluyen a la familia y pueden tener actividades competitivas o solamente de diversión y esparcimiento. Finalmente, existe un tercer tipo de diversión y es aquella que puede esclavizarte y llevarte hacia la destrucción, porque es una diversión atada a algún tipo de vicio, por excesos o adicciones. Este tipo de diversión te puede hacer perder familia, amigos y el control sobre tu vida, porque llega a dominarte.
¿Cómo te diviertes? La pregunta real es: te diviertes o estás enviciado con algo que te domina y que puede destruir tus finanzas, salud, relaciones familiares, amistades y hasta tu estabilidad personal y carrera profesional. Para divertirse no son necesarios los excesos ni los vicios adictivos, porque en lugar de relajarte, te cargan y dejan con un gran vacío interior.
Dios quiere que te diviertas, pero no que te esclavices y destruyas, con lo que tu llamas diversión, pero que es un vicio.
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