¿Llevas años disciplinando a tu hijo de la misma manera y no mejora? ¿Siempre tratas a tu cónyuge de la misma forma y nunca se han llevado bien? ¿Las cosas se manejan en tu trabajo "a tu manera" y has tenido muchos problemas? ¿Los problemas financieros te persiguen y estás seguro de saber manejar el dinero? ¿Eres bueno manejando a las personas pero tienes malas relaciones con tus vecinos? ¿El problema es que los demás siempre están equivocados?
¿Por qué entonces te empeñas en aplicar esas mismas prácticas tan poco productivas. Eso es a lo que se llama: La tiranía de, "siempre lo he hecho así". Y es recomendable revisarla. Algo en nuestra formación, cultura y experiencias pasadas nos ha persuadido de que las cosas deben hacerse así y dejamos de revisar si dan resultado o no, porque estamos convencidos de tener la razón.
Tenemos dos opciones: Quejarnos, protestar, echar la culpa a los demás de lo que no funciona, o renovarnos, cambiar el enfoque, innovar y ver la vida con otra perspectiva. ¡Pídele a Dios que te ayude a ver a las demás personas y circunstancias, con Sus Ojos en lugar de los tuyos!
No digas "siempre lo he hecho así" sin revisar si tu método da resultado. Todo es mejorable en con perspectiva de Dios.
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