Si te has despertado hoy con salud: Dale gracias a Dios.
Si tu país no está en guerra: Dale gracias Dios.
Si no estás en prisión: Dale gracias a Dios.
Si no eres víctima de persecución o tortura: Dale gracias a Dios.
Si hay comida en tu casa: Dale gracias a Dios.
Si tienes ropa y un techo sobre tu cabeza: Dale gracias a Dios.
Si vives en familia: Dale gracias a Dios.
Si amas y eres amado: Dale gracias a Dios.
Tal vez podemos identificarnos con algunas de estas frases, pero lo importante es entender que somos parte de la creación de Dios, y por lo tanto, tenemos muchos motivos para darle gracias a Dios. A veces nos cuesta ser agradecidos por lo que tenemos y siempre pensamos que necesitamos mas.
¿Cómo cuentas tus bendiciones? ¿Qué crees que necesitas? ¿Qué le pides a Dios? ¿Qué le agradeces a Dios? ¿Despertaste hoy con una sonrisa y con el corazón alegre y agradecido? Observa a tu alrededor y date cuenta de todas las razones que tienes para darle gracias a tu Padre celestial.
Por cierto, si tienes algún problema relacionado con las preguntas iniciales, recuerda que El Señor, está a tu lado, siempre pendiente de ti y nunca te dejará de acompañar.
No te dejes confundir por las necesidades creadas por el mundo. Comprende que tienes lo que es realmente importante y dale gracias a Dios.
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