La historia de Nick Vujicic es impactante porque nació sin brazos ni piernas. Sin embargo, sus padres no se intimidaron por su condición, sino que lo hicieron estudiar e involucrarse en el colegio, como un niño normal. Por supuesto que para Nick no fue fácil y tuvo que aceptar chistes, burlas y bromas crueles, de sus compañeros de colegio y la mirada curiosa de todos los que querían ver al fenómeno.
El apoyo de su familia fue sólido y Nick siguió adelante. Ahora, luego de su formación en la dura adversidad, es un conferencista que viaja por todo el mundo, llevando una palabra de aliento y esperanza a todos aquellas personas que lo necesitan. Su mensaje es: Si yo puedo, tu también.
Esto es aleccionador porque cuando enfrentas la adversidad, aparecen personas que en vez de motivarte, te intimidan y llenan de miedo, con su visión sobre lo triste e imposible de tu situación.
Puedes perder tu oportunidad de éxito, porque algún familiar, amigo, profesor, jefe o alguien a quien miras como autoridad, te intimida con su observación sobre tus problemas, defectos, debilidades e incapacidades y su consejo para que dejes de intentarlo. Ellos te frustrarán y te harán fracasar, porque te quitarán la fuerza para superar obstáculos, destruyendo tus sueños.
Busca a Dios y no permitas que te intimiden y roben el privilegio de triunfar. Levántate y continúa intentándolo. Si Dios está a tu favor, nadie podrá estar contra ti.
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