Inscribimos a nuestro hijo en clases de natación y es nuestra responsabilidad llevarlo dos veces a la semana. En esa piscina veo que a muchos de los compañeros de mi hijo, los llevan sino las muchachas que trabajan en sus casas o el chofer, porque los padres no tienen tiempo y por lo tanto delegan esa responsabilidad. Eso me parece triste.
Uno de los problemas actuales de la estructura social y que se a convertido en paradigma, es que los padres se dedican a trabajar y producir dinero para cubrir las necesidades materiales de su familia, pero han abandonado su responsabilidad básica como padres. Este tipo de padres aparta poco tiempo de calidad para compartir con sus hijos, con la lamentable consecuencia de que lo que saben sobre ellos es por referencia de otros y saben poco los amigos con quien ellos andan.
Cuando te toca asumir la responsabilidad de una familia, debes comprender que eso implica ineludiblemente, dedicarle a tus hijos el tiempo de calidad que ellos necesitan y que no debes delegar esa importante responsabilidad.
La responsabilidad de formar a tus hijos, te la delegó Dios directamente a ti y por lo tanto, no se la puedes delegar a otros. Debes asumirlas personalmente, para que no pierdas ese privilegio que Dios te dio.
Asume las responsabilidades con tus hijos como una prioridad, porque es un privilegio que Dios te dio. No delegues ese tiempo de amor.
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