Un sabio llevo a su discípulo de visita a una casa humilde y le preguntó a la familia de que vivían. Ellos le respondieron que su único sustento era la producción de leche de su vaquita. Al terminar su visita, el sabio le pidió al discípulo que matara la vaca. El discípulo no podía creer la solicitud del sabio, pero por obediencia lo hizo, quedando con una gran culpa. Años mas tarde el discípulo regresó y en lugar de la casita humilde, vio una próspera propiedad. Preguntó que había pasado y ellos le dijeron que un día su vaquita amaneció muerta y tuvieron que crear nuevas fuentes de ingresos. Esa búsqueda los hizo muy prósperos. ¿Cuál es tu vaquita?
Posiblemente estés atado a ciertos aspectos de tu vida que te dan seguridad y piensas que si los pierdes, estarás en graves problemas; pero es probable que necesites perder esa seguridad para darte cuenta que te impedía progresar y prosperar.
No lamentes lo que has perdido, tratando de detener el tiempo y con miedo de seguir adelante. Por el contrario, levántate de tu caída y recupérate de tu pérdida, con optimismo, positivismo y perseverancia. Confía en que Dios te hará triunfar, sacando el gigante que hay dentro de ti, para continuar adelante valientemente, demostrando que si puedes.
En la vida hay problemas difíciles, pero confía en que tu Padre Celestial te capacita y te da las fuerzas necesarias para salir adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario