Hace un tiempo, una pareja de pajaritos decidió hacer su nido dentro de mi casa, pero en una ubicación que les dificultaba mucho la construcción, porque escogieron una esquina del techo donde las ramitas no se sostenían. Ellos colocaban sus ramitas y las ramitas se caían. Las colocaban de nuevo y se caían de nuevo. Yo me preguntaba ¿Por qué seguían insistiendo? Era obvio que esa esquina les ofrecía máxima seguridad, pero hacía la construcción casi imposible.
Las acciones se repitieron por varios días, con un resultado muy desalentador, pues no había progreso en la construcción del nido, ya que todas las ramitas se les caían. Sin embargo, a los 21dias me llevé tremenda sorpresa cuando observe que el nido estaba tomando forma. Que lección de perseverancia me dieron estas aves.
¿Cuántas veces dejas de hacer las cosas porque no salen como tú quieres o las has dejado a medias por los obstáculos que se presentan? ¿Estás cansado de volver a comenzar, del desgaste de la lucha diaria, de la confianza traicionada, de las metas no alcanzadas, cuando estabas a punto de lograrlo?
Por más que te golpee la vida, no te rindas nunca, pon tu esperanza al frente, persevera y vuelve a comenzar.
No importa lo que pase, no desmayes, sigue adelante. La vida es un desafío constante, pero vale la pena aceptarlo.
Dios te creó para triunfar. Créelo y persevera.
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