Si eres como las personas que conozco, entonces te gusta tener un buen seguro, como por ejemplo, un buen seguro de salud. Pero hay más: Si tienes un automóvil o una casa propia, los quieres bien asegurados. También te puedes asegurar contra accidentes personales, pero el concepto más interesante, es el seguro de vida, porque nunca lo disfrutarás tú, sino tu familia. O sea, si tú mueres, ellos cobran.
La idea es tener un seguro contra cualquier eventualidad, como enfermedad, accidentes, incendios, robos y hasta la muerte, incluyendo los gastos funerarios. Con eso tienes bien cubiertos tus bienes materiales, incluyendo tu vida corporal. Ahora ¿Has pensado alguna vez en tener seguro para tus bienes inmateriales? Suena extraño ¿Verdad? Me refiero a tu alma y espíritu y a tu vida después de la muerte. ¿Y… se puede asegurar eso?
Jesús nos enseñó que la vida no depende de los bienes materiales, entonces, por conclusión lógica, la vida depende, de los bienes inmateriales o no-materiales. La vida depende de tu alma y espíritu. ¿Tienes un seguro que cubra tu alma y espíritu? Tú sabes que los seguros que cubren bienes materiales se pagan con bienes materiales. ¿Sabes cómo se pagan los seguros para bienes inmateriales? El precio es tan alto que tu nunca podrías pagarlo, pero puedes estar tranquilo, el tuyo ya lo pagaron.
Te recomiendo que tengas un seguro de vida… eterna. Ya Jesús pagó por él. Sólo tienes que solicitarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario