El éxito de un equipo es la unidad y el compañerismo, para que todos tengan sentido de pertenencia y compartan el mismo propósito. En un equipo no hay individualidades, sino un solo equipo, pero lo más importante y que es realmente determinante en el éxito del equipo, es la obediencia al Director Técnico. Porque si los jugadores no siguen exactamente las sus instrucciones, la anarquía en el campo de juego liquida las posibilidades de éxito.
Tu familia es tu equipo y lo que hace a tu familia exitosa es la unidad, la pertenencia y el propósito. Los votos matrimoniales incluyen, ser fieles y permanecer unidos toda la vida y hasta la muerte, en riqueza o pobreza, en prosperidad o adversidad, en alegría o tristeza y en salud o enfermedad, amándose, respetándose, perdonándose y cuidándose mutuamente.
Esos votos matrimoniales se extienden a los hijos, para formar un núcleo familiar de unidad. Lamentablemente esos votos no se respetan y vivimos en una sociedad inmersa en divorcios, paternidad irresponsable y niños abandonados. Hay una total anarquía familiar, por desobediencia al Director Técnico.
Tu matrimonio y tu familia, son tu equipo y para tener éxito en la vida, deben permanecer unidos y fieles. No sé como piensas tú, pero en asuntos de matrimonio y familia, Dios es mi Director Técnico y sigo sus instrucciones, para evitar que la anarquía liquide las posibilidades de éxito de mi familia.
¿Y tú, tienes un Director Técnico?
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