Tu vida no cambia cuando tus padres cambian.
Tu vida no cambia cuando tu pareja cambia.
Tu vida no cambia cuando tus hijos cambian.
Tu vida no cambia cuando tus amigos cambian.
Tu vida no cambia cuando tu salud cambia.
Tu vida no cambia cuando tu trabajo cambia.
Tu vida no cambia cuando tus finanzas cambian.
Tu vida no cambia cuando tu residencia cambia.
Tu vida no cambia cuando tu país cambia.
Tu vida no cambia cuando tu religión cambia.
Tu vida cambia, cuando tú cambias.
Tu vida es un espejo, que te devuelve el reflejo de sus propios pensamientos.
Los pensamientos producen sentimientos.
Los sentimientos producen acciones.
Las acciones producen hábitos.
Los hábitos forman tu carácter.
Tu carácter forja tu destino.
Cuida los pensamientos que permites en tu mente.
Si quieres cambiar, cambia tus pensamientos.
Dale al Espíritu Santo el control de tus pensamientos.
Haz la prueba, Él es el único que te puede cambiar.
Mateo 9:4
Pero como Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando, les preguntó: ¿Por qué tienen ustedes tan malos pensamientos?
Mateo 15:19
Porque del interior del hombre salen los malos pensamientos, los asesinatos, el adulterio, la inmoralidad sexual, los robos, las mentiras y los insultos.
Marcos 7:15
Nada de lo que entra de afuera puede hacer impuro al hombre. Lo que sale del corazón del hombre es lo que lo hace impuro.
Lucas 6:45
El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en su corazón. Pues de lo que abunda en su corazón habla su boca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario