San Agustín dijo: El que todo lo conoce y no conoce a Dios es desdichado; el que conoce a Dios, así no conozca otra cosa, es dichoso.
San Agustín tenía razón, ¿Qué puede ser mejor que conocer a nuestro verdadero Padre? ¿Qué podría superar conocer con quién pasaremos toda la eternidad? ¿Qué podría darnos más alegría y felicidad que conocer al Creador del universo, de todo lo visible e invisible, Dios Todopoderoso, que todo lo sabe y que está en todas partes, Rey de reyes y Señor de señores? ¡Si! Queremos conocer a Dios. Pero ¿Se puede?
Jesús nos dijo que sólo conocerán al Padre aquellos a quienes El Hijo quiera darlo a conocer y que Él vino para darlo a conocer. También dijo que si lo conociéramos a Él, conoceríamos al Padre. Jesús vino para conocernos y para que nosotros lo conociéramos a Él y al conocerlo a Él ya conocemos al Padre, pues viendo a Jesús estamos viendo al Padre.
Finalmente Juan, en el segundo capítulo de su primera carta, nos dice: Si obedecemos los mandamientos de Dios, podemos estar seguros de que hemos llegado a conocerlo. Pero si alguno dice: Yo lo conozco, y no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no hay verdad en él. En cambio, si uno obedece su palabra, en él se ha perfeccionado verdaderamente el amor de Dios, y de ese modo sabemos que estamos unidos a él.
Oremos:
Señor Jesús, permítenos conocer al Padre. Tú viniste para que pudiéramos conocer al Padre y sabemos que al conocerte a Ti, conoceremos al Padre. Queremos verte y conocerte Jesús, para poder ver y conocer al Padre. Queremos obedecer tus mandamientos para demostrar que te conocemos, que Tu amor se ha perfeccionado en nosotros y que estamos unidos a Ti.
Mateo 11:27
Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce realmente al Hijo, sino el Padre; y nadie conoce realmente al Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo quiera darlo a conocer.
Juan 1:18
Nadie ha visto jamás a Dios; el Hijo único, que es Dios y que vive en íntima comunión con el Padre, es quien nos lo ha dado a conocer.
Juan 8:19
Le preguntaron: ¿Dónde está tu padre? Jesús les contestó: Ustedes no me conocen a mí, ni tampoco a mi Padre; si me conocieran a mí, también conocerían a mi Padre.
Juan 10:14
Yo soy el buen pastor. Así como mi Padre me conoce a mí y yo conozco a mi Padre, así también yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. Yo doy mi vida por las ovejas.
Juan 14:7
Si ustedes me conocen a mí, también conocerán a mi Padre; y ya lo conocen desde ahora, pues lo han estado viendo.
1 Juan 2:3-5
Si obedecemos los mandamientos de Dios, podemos estar seguros de que hemos llegado a conocerlo. Pero si alguno dice: Yo lo conozco, y no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no hay verdad en él. En cambio, si uno obedece su palabra, en él se ha perfeccionado verdaderamente el amor de Dios, y de ese modo sabemos que estamos unidos a él.
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