viernes, 11 de febrero de 2011

¿Tenemos Buena Higiene?

¿Estamos seguros si el agua que tomamos es suficientemente pura?
¿Estamos seguros si los alimentos que comemos son suficientemente sanos?
¿Estamos seguros si nuestros cuerpos están suficientemente limpios?
¿Estamos seguros si la ropa que usamos está suficientemente limpia?
¿Estamos seguros si la casa en que vivimos está suficientemente limpia?

Las personas que tenemos buenos hábitos de higiene, cuidamos la pureza del agua y los alimentos que ingerimos, y también cuidamos la limpieza nuestro cuerpo, nuestras ropas y nuestra casa. Sin embargo, ¿Por qué no tenemos los mismos hábitos de higiene con nuestra mente? ¿Por qué no cuidamos la pureza de lo que ingerimos con la mente, y también la limpieza de nuestra mente, de lo que tocamos con la mente y de dónde vive nuestra mente?

La puerta de entrada a nuestra mente son los ojos y por los oídos. Por lo tanto, si queremos tener buenos hábitos de higiene mental debemos cuidar lo que vemos, lo que leemos y lo que escuchamos. Pero hay otra puerta de entrada a nuestra mente y es una puerta mucho más secreta. Son los pensamientos que permitimos en nuestra mente. Por esa puerta secreta se pueden dejar entrar los elementos más contaminantes y agresores de nuestra higiene mental.

Esforcémonos en tener una buena higiene mental, cuidando la pureza y limpieza de todo lo que entra en ella. Especialmente, conectemos nuestra mente a la fuente inagotable de higiene y poder, de la Palabra de Dios. No sólo es pura, limpia y fresca, sino que tiene el poder de purificar, limpiar y refrescar cualquier área de nuestra mente y alma que haya sido contaminada.

Mateo 5:29
Así pues, si tu ojo derecho te hace caer en pecado, sácatelo y échalo lejos de ti; es mejor que pierdas una sola parte de tu cuerpo, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.

Mateo 6:22-23
Los ojos son la lámpara del cuerpo; así que, si tus ojos son buenos, todo tu cuerpo tendrá luz; pero si tus ojos son malos, todo tu cuerpo estará en oscuridad. Y si la luz que hay en ti resulta ser oscuridad, ¡qué negra será la oscuridad misma!

Mateo 15:16-20
Jesús respondió: ¿Ni siquiera ustedes son todavía capaces de comprender? ¿No entienden que todo lo que entra por la boca va al vientre, para después salir del cuerpo? Pero lo que sale de la boca viene del interior del hombre; y eso es lo que lo hace impuro. Porque del interior del hombre salen los malos pensamientos, los asesinatos, el adulterio, la inmoralidad sexual, los robos, las mentiras y los insultos. Estas cosas son las que hacen impuro al hombre; pero el comer sin cumplir con la ceremonia de lavarse las manos, no lo hace impuro.

Mateo 18:9
Y si tu ojo te hace caer en pecado, sácatelo y échalo lejos de ti; es mejor que entres en la vida con un solo ojo, y no que con tus dos ojos seas arrojado al fuego del infierno.

Mateo 23:25-27
¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que limpian por fuera el vaso y el plato, pero no les importa llenarlos con el robo y la avaricia. ¡Fariseo ciego: primero limpia por dentro el vaso, y así quedará limpio también por fuera! ¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados, bien arreglados por fuera, pero llenos por dentro de huesos de muertos y de toda clase de impureza.

Juan 15:3
Ustedes ya están limpios por las palabras que les he dicho.

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