martes, 15 de febrero de 2011

Eres Parte Del Plan

Cuesta comprenderlo con la lógica y el razonamiento humano, pero:
  1. Desde la eternidad Dios pensó en ti para que nacieras justo en el lugar y en el momento preciso.
  2. El mismo se encargo de sincronizar todos los acontecimientos para que ese día tú vinieras a la tierra.
  3. Tu existencia no es accidental, sino que obedece a un propósito eterno.
  4. Dios te ha tomado en cuenta para sus planes eternos y eso es un privilegio.
  5. Dios no te creó para que vivas en un periodo de tiempo sobre la tierra y despues pases al olvido.
  6. Los propósitos de Dios no son caducos, sino que trascienden la frontera del tiempo.
  7. Todo lo que Dios hace tiene sentido aunque tú no lo entiendas ahora.

Tienes que pensar más allá de los años que puedas existir sobre la faz de la tierra. Todo comienza cuando vienes a morar a la tierra, pero se perpetúa cuando adquieres la naturaleza espiritual por medio de la muerte física. Tu ciudadanía pertenece al cielo, no a la tierra. Tu estancia acá es temporal y te estás entrenando para cosas mayores que vivirás para cuando dejes este mundo. No en vano enfrentas tantas circunstancias que tú ahora no entiendes, pero que son parte del proceso de capacitación con el que Dios te está preparando.

No te extrañes entonces por lo que ahora enfrentas. Un buen soldado para que se desempeñe como tal, es necesario que antes haya sido sometido a un proceso de entrenamiento previo. La vida presente, es sólo el entrenamiento de lo que harás durante toda la eternidad. Sigue haciendo con gozo la labor que Dios te ha encomendado hacer. Adelante, pues no es en vano lo que Dios esta haciendo contigo. En su tiempo veras los frutos.

Si tú le has entregado tu vida Jesucristo, ya tienes tu ciudadanía celestial asegurada.

Juan 14:23
En la casa de mi Padre hay muchos lugares donde vivir; si no fuera así, yo no les hubiera dicho que voy a prepararles un lugar. Y después de irme y de prepararles un lugar, vendré otra vez para llevarlos conmigo, para que ustedes estén en el mismo lugar en donde yo voy a estar.

Hechos 20:24
Para mí, sin embargo, mi propia vida no cuenta, con tal de que yo pueda correr con gozo hasta el fin de la carrera y cumplir el encargo que el Señor Jesús me dio de anunciar la buena noticia del amor de Dios.

1 Corintios 9:24
Ustedes saben que en una carrera todos corren, pero solamente uno recibe el premio. Pues bien, corran ustedes de tal modo que reciban el premio.

Filipenses 1:6
Estoy seguro de que Dios, que comenzó a hacer su buena obra en ustedes, la irá llevando a buen fin hasta el día en que Jesucristo regrese.

Filipenses 3:12-14
No quiero decir que ya lo haya conseguido todo, ni que ya sea perfecto; pero sigo adelante con la esperanza de alcanzarlo, puesto que Cristo Jesús me alcanzó primero. Hermanos, no digo que yo mismo ya lo haya alcanzado; lo que sí hago es olvidarme de lo que queda atrás y esforzarme por alcanzar lo que está delante, para llegar a la meta y ganar el premio celestial que Dios nos llama a recibir por medio de Cristo Jesús.

2 Timoteo 4:7-8
He peleado la buena batalla, he llegado al término de la carrera, me he mantenido fiel. Ahora me espera la corona merecida que el Señor, el Juez justo, me dará en aquel día. Y no me la dará solamente a mí, sino también a todos los que con amor esperan su venida gloriosa.

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