¿Te preocupa el número 13? ¿Crees en la mala suerte? ¿Te interesan los temas sobre supersticiones? ¿Lees el horóscopo? ¿Tienes algún amuleto? ¿Te gusta que te lean tu futuro en las cartas? ¿Te atrae el ocultismo? ¿Visitas los brujos?
Creer en las supersticiones es dudar de nuestro Padre celestial.
¿Por qué acogemos cualquier superstición sin reflexionar? Nuestro Padre celestial, Nuestro Señor, es todo amor. Además, El es Bueno, Justo, Perfecto y Santo. ¿Será que Él deja nuestro destino al capricho de un número, de la alineación de unos astros, un amuleto o cualquier otra superstición? Nuestro Padre celestial es el creador y dueño de todo, incluyendo todos los números, todos los astros y todos los objetos. Nada en la creación puede actuar sin Su permiso. Por lo tanto, ninguna de esas supersticiones debe interesarnos y mucho menos preocuparnos, porque nosotros estamos bajo la protección y bajo la perfecta voluntad del Rey del universo, Señor de toda la creación, nuestro Padre Celestial.
Es necesario saber que aquel que se interesa o participa en tales cosas no sólo le da la espalda a Dios, sino que se hace esclavo de temores supersticiosos. En lugar de estar bajo el poder del Señor, ha escogido estar bajo poderes ocultos que no comprende y nunca le traerán nada bueno.
¿Cómo liberarse de esa influencia? Volviéndose a Jesucristo. Sólo él tiene autoridad sobre el mundo espiritual, porque venció al diablo en la cruz y quiere librar a aquel que es esclavo de ese poder dañino. El Señor tiene todos los derechos sobre el creyente.
Levítico 19:31
No recurran a espíritus y adivinos. No se hagan impuros por consultarlos. Yo soy el Señor su Dios.
Levítico 20:6
Y si alguien recurre a espíritus y adivinos, y se corrompe por seguirlos, yo me pondré en contra de esa persona y la eliminaré de entre su pueblo.
Deuteronomio 18:14
Esas naciones, cuyo territorio van ustedes a poseer, hacen caso a los que pretenden predecir el futuro y a los adivinos, pero a ustedes el Señor su Dios no les permite semejante cosa.
2 Reyes 23:24
Josías eliminó también a los brujos y adivinos, a los ídolos familiares y a otros ídolos, y a todos los aborrecibles objetos de culto que se veían en Judá y en Jerusalén. Lo hizo para cumplir los términos de la ley escritos en el libro que el sacerdote Hilquías había encontrado en el templo del Señor.
1 Crónicas 10:13
Así fue como murió Saúl a causa de su maldad, pues pecó al no obedecer las órdenes del Señor y al consultar a una adivina.
Isaías 44:25
Yo no dejo que se cumplan las predicciones de los falsos profetas; yo hago que los adivinos pierdan la razón. Yo hago que los sabios se contradigan y que sus conocimientos resulten pura tontería.
Isaías 47:13
Has tenido consejeros en abundancia, hasta cansarte. ¡Pues que se presenten tus astrólogos, los que adivinan mirando las estrellas, los que te anuncian el futuro mes por mes, y que traten de salvarte!
Isaías 47:15
En eso pararon tus hechiceros, con los que tanto trato has tenido toda tu vida. Cada uno por su lado siguió su falso camino y no hay nadie que te salve.
Miqueas 3:7
Esos videntes y adivinos quedarán en completo ridículo. Todos ellos se quedarán callados al no recibir respuesta de Dios.
Mateo 6:32-34
Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan. Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas. No se preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene bastante con sus propios problemas.
Mateo 10:29-31
¿No se venden dos pajarillos por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos cae a tierra sin que el Padre de ustedes lo permita. En cuanto a ustedes mismos, hasta los cabellos de la cabeza él los tiene contados uno por uno. Así que no tengan miedo: ustedes valen más que muchos pajarillos.
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