lunes, 10 de enero de 2011

¿Crees En Dios?

La mayoría de la gente cree en Dios. Lo más probable es que tú también creas en Dios. La pregunta es: ¿Qué es exactamente lo que crees?

Crees que:
  1. ¿Dios existe, es único, no hay otro Dios y está vivo?
  2. ¿Dios es todo lo que necesitas?
  3. ¿Dios es una persona?
  4. ¿Dios es tu verdadero Padre y te ama profundamente?
  5. ¿Dios quiere tener una relación personal contigo?
  6. ¿Dios hace todo por tu bien aunque en el momento te duela y no lo comprendas?
  7. ¿Dios es la única fuente de tu paz, alegría y gozo?

¿Realmente crees todo esto y lo aceptas de corazón? o ¿Solamente crees que Dios existe?

Si realmente crees que Él es el único Dios vivo, que es todo lo que necesitas, que es tu verdadero Padre, que te ama profundamente y que todo lo que Él hace es por tu bien aunque tu no siempre lo comprendas, entonces tendrás una relación personal con Él, vivirá en tu corazón, estará en el control de tu vida y será la fuente de tu bienestar integral.

Serás capaz de amar, tendrás paz, alegría y gozo, serás paciente, sentirás en tu corazón la bondad y la amabilidad, le serás fiel a Él y a tus hermanos, podrás ser verdaderamente humilde y tendrás el poder del dominio propio. Nada podrá quitarte este tesoro.

Isaías 26:3
Señor, tú conservas en paz a los de carácter firme, porque confían en ti.

Mateo 23:9
Y no llamen ustedes padre a nadie en la tierra, porque tienen solamente un Padre: el que está en el cielo.

Juan 14:21
El que recibe mis mandamientos y los obedece, demuestra que de veras me ama. Y mi Padre amará al que me ama, y yo también lo amaré y me mostraré a él.

Gálatas 5:22-23
En cambio, lo que el Espíritu produce es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley.

Salmos 23
El Señor es mi pastor; nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce, me da nuevas fuerzas y me lleva por caminos rectos, haciendo honor a su nombre. Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo; tu vara y tu bastón me inspiran confianza. Me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos; has vertido perfume en mi cabeza, y has llenado mi copa a rebosar. Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mis días, y en tu casa, OH Señor, por siempre viviré.

Salmos 91
El que vive bajo la sombra protectora del Altísimo y Todopoderoso, dice al Señor: Tú eres mi refugio, mi castillo, ¡mi Dios, en quien confío! Solo él puede librarte de trampas ocultas y plagas mortales, pues te cubrirá con sus alas, y bajo ellas estarás seguro. ¡Su fidelidad te protegerá como un escudo! No tengas miedo a los peligros nocturnos, ni a las flechas lanzadas de día, ni a las plagas que llegan con la oscuridad, ni a las que destruyen a pleno sol; pues mil caerán muertos a tu izquierda y diez mil a tu derecha, pero a ti nada te pasará. Solamente lo habrás de presenciar: verás a los malvados recibir su merecido. Ya que has hecho del Señor tu refugio, del Altísimo tu lugar de protección, no te sobrevendrá ningún mal ni la enfermedad llegará a tu casa; pues él mandará que sus ángeles te cuiden por dondequiera que vayas. Te levantarán con sus manos para que no tropieces con piedra alguna. Podrás andar entre leones, entre monstruos y serpientes. Yo lo pondré a salvo, fuera del alcance de todos, porque él me ama y me conoce. Cuando me llame, le contestaré; ¡yo mismo estaré con él! Lo libraré de la angustia y lo colmaré de honores; lo haré disfrutar de una larga vida: ¡lo haré gozar de mi salvación!

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