¿Cuántos minutos vivimos vertiginosamente y ajetreadamente en medio de la vorágine de compras, decoración, elaboración de comidas, reuniones y fiestas durante la época de navidad? Sin embargo, la pregunta es: ¿Cuántos minutos vivimos en compañía de Aquel cuyo nacimiento y vida constituyen el verdadero motivo de esta celebración?
Jesús es la esencia de la Navidad. Los obsequios que Él nos trajo son de paz, amor y alegría de corazón. Sin embargo, nunca podremos recibir esos regalos si estamos hipnotizados por una cantidad de actividades que Jesús no nos encargó y que nos mantiene demasiado ocupados para pensar en Él y buscarlo para celebrar con Él y disfrutar de su compañía.
Recordemos la historia de Marta y María, las hermanas de Lázaro, cuando Jesús las visitó y la cual podemos leer en el capítulo 10 del Evangelio de Lucas: Jesús siguió su camino y llegó a una aldea, donde una mujer llamada Marta lo hospedó. Marta tenía una hermana llamada María, la cual se sentó a los pies de Jesús para escuchar lo que él decía. Pero Marta, que estaba atareada con sus muchos quehaceres, se acercó a Jesús y le dijo: Señor, ¿no te preocupa nada que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude. Pero Jesús le contestó: Marta, Marta, estás preocupada y te inquietas por demasiadas cosas, pero solo una cosa es necesaria. María ha escogido la mejor parte, y nadie se la va a quitar.
No podemos experimentar la paz y la alegría que nos da la presencia de Jesús, si nos concentramos en una frenética carrera de actividades y compras. Así nos perdemos de la única alegría auténtica y duradera y el único amor perfecto que podemos tener en esta vida y para siempre. Hagamos menos y disfrutemos más. Disfrutemos la belleza y la presencia de Jesús. Él nos trae regalos muy significativos y los ofrece gratis y sin trajines. El verdadero y único espíritu de la Navidad se halla en Jesús. Deja que la celebración de Su nacimiento llegue a tu alma y a tu corazón de una forma especial este año.
Lucas 2:14
Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad.
Lucas 10:38-42
Jesús siguió su camino y llegó a una aldea, donde una mujer llamada Marta lo hospedó. Marta tenía una hermana llamada María, la cual se sentó a los pies de Jesús para escuchar lo que él decía. Pero Marta, que estaba atareada con sus muchos quehaceres, se acercó a Jesús y le dijo: Señor, ¿no te preocupa nada que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude. Pero Jesús le contestó: Marta, Marta, estás preocupada y te inquietas por demasiadas cosas, pero solo una cosa es necesaria. María ha escogido la mejor parte, y nadie se la va a quitar.
Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.
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Mateo 10:8b
Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.
1 Pedro 4:10
Como buenos administradores de los diferentes dones de Dios, cada uno de ustedes sirva a los demás según lo que haya recibido.
2 Juan 1:8
Tengan ustedes cuidado, para no perder el resultado de nuestro trabajo, sino recibir su recompensa completa.
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