¿Qué hay en navidad? Bellísimas decoraciones, melodías de villancicos y aguinaldos, aromas, colores y sabores típicos de las fiestas, compras, paquetes, regalos y reuniones familiares.
Si. Jesús vino al mundo por mí, eso es maravilloso y hay que festejarlo.
Pero también vino por ti. Vino por todos. Él vino por los que me agradan y por lo que no me agradan tanto. Por los que conozco y por los que no conozco. Pero sobre todo, vino por los pobres, por los huérfanos, por las viudas, por los enfermos, por los pecadores, por los presos, por los que en apariencia tienen menos, por los que han desperdiciado su vida, por los que nadie quiere, por los despreciados y olvidados.
Jesús los tiene presentes, no los desprecia, los ama, no los culpa, no mira las apariencias y vino para liberarlos, salvarlos, sanarlos, acompañarlos y proveerlos. Si para eso vino Jesús. Si esa fue Su misión. ¿Por qué cuando celebramos Su nacimiento y festejamos Su cumpleaños, no hacemos algo similar? ¿Por qué no seguimos Su ejemplo?
Démosle algo a alguien. Compartamos alguna bendición con alguna persona que lo necesite. Y sobre todo hagámoslo en el nombre de Jesús. Brindemos amor. Amemos y tengamos presentes a los que menos tienen y más necesitan. Acompañemos a Jesús en Su misión de liberarlos, salvarlos, sanarlos, acompañarlos y proveerlos.
Entonces, las bellísimas decoraciones, las alegres melodías de los villancicos y aguinaldos, los infinitos aromas, los brillantes los colores, los maravillosos sabores, los esperados regalos y las inolvidables reuniones familiares cobrarán un aura de belleza, pues serán transformadas por el sentimiento único que produce mirar a los demás con los ojos de Jesús y brindarles el amor que Él vino a brindar. Para eso vino Jesús hace ya más de dos mil años. No para lograr decoraciones, música, comidas, regalos y reuniones, sino para lograr que haya amor entre nosotros y que la fiesta sea un resultado de ese amor.
Los que sienten pena solo manifiestan lástima. En cambio, los que tienen compasión hacen algo al respecto. Los que realmente siguen a Jesús ponen sus oraciones en acción y traducen sus palabras en actos de amor.
¡Brillemos por Él y para Él! ¡Seamos la luz del mundo! Porque Su luz se refleja en nosotros. Descubramos la verdadera Navidad.
Mateo 9:13
Vayan y aprendan el significado de estas palabras: Lo que quiero es que sean compasivos, y no que ofrezcan sacrificios. Pues yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.
Mateo 11:5
Cuéntenle que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de su enfermedad, los sordos oyen, los muertos vuelven a la vida y a los pobres se les anuncia la buena noticia.
Mateo 19:21
Jesús le contestó: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme.
Marcos 2:17
Jesús lo oyó, y les dijo: Los que están sanos no necesitan médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.
Lucas 6:32-36
Si ustedes aman solamente a quienes los aman a ustedes, ¿qué hacen de extraordinario? Hasta los pecadores se portan así. Y si hacen bien solamente a quienes les hacen bien a ustedes, ¿qué tiene eso de extraordinario? También los pecadores se portan así. Y si dan prestado solo a aquellos de quienes piensan recibir algo, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores se prestan unos a otros, esperando recibir unos de otros. Ustedes deben amar a sus enemigos, y hacer bien, y dar prestado sin esperar nada a cambio. Así será grande su recompensa, y ustedes serán hijos del Dios altísimo, que es también bondadoso con los desagradecidos y los malos. Sean ustedes compasivos, como también su Padre es compasivo.
Lucas 4:18-19
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor.
Lucas 14:12-14
Dijo también al hombre que lo había invitado: Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; porque ellos, a su vez, te invitarán, y así quedarás ya recompensado. Al contrario, cuando tú des un banquete, invita a los pobres, los inválidos, los cojos y los ciegos; y serás feliz. Pues ellos no te pueden pagar, pero tú tendrás tu recompensa el día en que los justos resuciten.
Mateo 25:31-46
Cuando el Hijo del hombre venga, rodeado de esplendor y de todos sus ángeles, se sentará en su trono glorioso. La gente de todas las naciones se reunirá delante de él, y él separará unos de otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras. Pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Y dirá el Rey a los que estén a su derecha: Vengan ustedes, los que han sido bendecidos por mi Padre; reciban el reino que está preparado para ustedes desde que Dios hizo el mundo. Pues tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; anduve como forastero, y me dieron alojamiento. Estuve sin ropa, y ustedes me la dieron; estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a verme. Entonces los justos preguntarán: Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de comer? ¿O cuándo te vimos con sed, y te dimos de beber? ¿O cuándo te vimos como forastero, y te dimos alojamiento, o sin ropa, y te la dimos? ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte? El Rey les contestará: Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron. Luego el Rey dirá a los que estén a su izquierda: Apártense de mí, los que merecieron la condenación; váyanse al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Pues tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; anduve como forastero, y no me dieron alojamiento; sin ropa, y no me la dieron; estuve enfermo, y en la cárcel, y no vinieron a visitarme. Entonces ellos le preguntarán: Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o como forastero, o falto de ropa, o enfermo, o en la cárcel, y no te ayudamos? El Rey les contestará: Les aseguro que todo lo que no hicieron por una de estas personas más humildes, tampoco por mí lo hicieron. Esos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.
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Mateo 10:8b
Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.
1 Pedro 4:10
Como buenos administradores de los diferentes dones de Dios, cada uno de ustedes sirva a los demás según lo que haya recibido.
2 Juan 1:8
Tengan ustedes cuidado, para no perder el resultado de nuestro trabajo, sino recibir su recompensa completa.
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