¿Qué es lo que causa heridas y resentimiento en el matrimonio? Cuando un matrimonio esta herido, es porque ambos resienten en alguna medida las constantes desatenciones, ofensas o maltrato de parte de su cónyuge, provenientes del egoísmo y el orgullo.
Para poder salir de una situación de resentimiento en la pareja, alguien tiene que ceder. Uno de los dos, debe asumir una actitud madura y sabia, para sentarse a hablar sin buscar culpables, sino solamente para perdonar y pedir perdón, buscando una salida a la crisis. Debemos comprender que las heridas emocionales no se sanan solo con pedir perdón y perdonar. Esa es la llave que abre la puerta de un recinto con muchos cuartos y es el paso inicial necesario para recorrer un largo camino; luego es necesario restituirse mutuamente y con paciencia, hasta recuperar el gozo y la paz en la relación. No es un proceso fácil, pero con la disposición necesaria es posible.
Este proceso no es natural para los seres humanos. Requiere de capacidades espirituales especiales, que solo es Espíritu Santo nos puede dar. Cuando El Espíritu Santo nos llena, produce en nosotros un fruto de amor, alegría, paz, paciencia, bondad, amabilidad, fidelidad, humildad y dominio propio. Las capacidades espirituales que produce el fruto del Espíritu Santo en nosotros, nos permite soportarnos con paciencia y para mantener sanos nuestros vínculos relacionales. Es por esta razón que es imprescindible que crezcamos espiritualmente, que dediquemos tiempo suficiente a la meditación de la palabra de Dios, y que tomemos la decisión franca y solida de ser obedientes a las instrucciones de quien nos diseño y nos creo.
Es necesario comprender que nuestro cónyuge es nuestro prójimo más próximo, valga la redundancia, y es por eso, la persona a quien más debemos amar y atender, después del Señor. Somos compañeros de la aventura de la vida para siempre. Al menos así debe ser. No tengamos temor de bajar nuestras defensas y ser vulnerables, con amor, paz, paciencia, amabilidad, fidelidad, humildad y dominio propio. Si nuestro cónyuge no reacciona bien de momento, continúa con esa actitud; porque estarás honrando a tú Padre Celestial y tarde o temprano dará fruto en tu relación. Si tu matrimonio esta herido, toma esta primera decisión hoy, ten paciencia y busca ayuda calificada si es necesario. No expongas tu relación al rompimiento. Busca ayuda oportuna y ora con todas tus fuerzas.
Pídele a tu Padre que está en el cielo, que te llene con Su Espíritu Santo.
Génesis 2:24
Por eso el hombre deja a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos llegan a ser como una sola persona.
Mateo 5:32
Pero yo les digo que si un hombre se divorcia de su esposa, a no ser en el caso de una unión ilegal, la pone en peligro de cometer adulterio. Y el que se casa con una divorciada, comete adulterio.
Mateo 19:5
Y dijo: Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos serán como una sola persona.
Lucas 16:18
Si un hombre se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con una divorciada, también comete adulterio.
1 Corintios 7:3-4
Y tanto el esposo como la esposa deben cumplir con los deberes propios del matrimonio. Ni la esposa es dueña de su propio cuerpo, puesto que pertenece a su esposo, ni el esposo es dueño de su propio cuerpo, puesto que pertenece a su esposa.
1 Corintios 7:11
Ahora bien, en caso de que la esposa se separe de su esposo, deberá quedarse sin casar o reconciliarse con él. De la misma manera, el esposo no debe divorciarse de su esposa.
Efesios 5:28
De la misma manera deben los esposos amar a sus esposas como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa, se ama a sí mismo.
Efesios 5:31
Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos serán como una sola persona.
Efesios 5:33
En todo caso, que cada uno de ustedes ame a su esposa como a sí mismo, y que la esposa respete al esposo.
Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.
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Mateo 10:8b
Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.
1 Pedro 4:10
Como buenos administradores de los diferentes dones de Dios, cada uno de ustedes sirva a los demás según lo que haya recibido.
2 Juan 1:8
Tengan ustedes cuidado, para no perder el resultado de nuestro trabajo, sino recibir su recompensa completa.
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