¿Vacío?
¿Sientes en tu interior un vacío que no puedes explicar? ¿Nada de lo que haces llena ese vacío? ¿Aunque estés con mucha gente te sientes un tanto solo? ¿Has logrado mucho en la vida pero a pesar de eso te sientes insatisfecho?
Esta es la explicación: Tú no eres solamente carne y mente. Además de tu cuerpo físico y la mente donde residen los pensamientos, las emociones, los recuerdos, el consciente, subconsciente y el inconsciente, hay algo más. Tú tienes un espíritu. Es muy probable que estés muy pendiente de alimentar, fortalecer y desarrollar tu cuerpo y tu mente. Pero, ¿Haces algo para alimentar, fortalecer y desarrollar tu espíritu? Tu espíritu nunca se sentirá satisfecho con lo que haces para alimentar, fortalecer y desarrollar tu cuerpo y tu mente. Tu espíritu necesita alimento, fortaleza y desarrollo espiritual. Tu espíritu necesita a Dios. Por eso sientes ese vacío. El vacío que sientes solo se puede llenar con lo espiritual. Únicamente tu Padre celestial y Su amor auténtico pueden llenar tu doloroso vacío espiritual. Necesitas buscar a Dios, estar con Dios, hablar con Dios, llenarte de Dios.
Tu Padre celestial te creó y lo hizo por amor. Recibe el amor que Dios te da a través de Su Hijo Jesucristo. Recíbelo en tu corazón, mediante una decisión individual concreta. Él te perdonará todos tus errores y equivocaciones, te limpiará de toda culpa y pecado. Con Él tendrás el amor que siempre anhelaste, felicidad y alegría de vivir, paz espiritual, paciencia para soportar toda prueba, bondad en tu corazón, amabilidad hacia todos lo que te rodean, integridad y fidelidad, humildad fortalecedora, dominio propio, salud integral y la vida eterna a Su lado. Es así de maravilloso y así de sencillo ¡Acéptalo hoy mismo!
Mateo 4:4
Pero Jesús le contestó: La Escritura dice: 'No solo de pan vivirá el hombre, sino también de toda palabra que salga de los labios de Dios.
Juan 3:1-21
Había un fariseo llamado Nicodemo, que era un hombre importante entre los judíos. Este fue de noche a visitar a Jesús, y le dijo: Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, porque nadie podría hacer los milagros que tú haces, si Dios no estuviera con él. Jesús le dijo: Te aseguro que el que no nace de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le preguntó: ¿Y cómo puede uno nacer cuando ya es viejo? ¿Acaso podrá entrar otra vez dentro de su madre, para volver a nacer? Jesús le contestó: Te aseguro que el que no nace de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de padres humanos, es humano; lo que nace del Espíritu, es espíritu. No te extrañes de que te diga: Todos tienen que nacer de nuevo. El viento sopla por donde quiere, y aunque oyes su ruido, no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así son también todos los que nacen del Espíritu. Nicodemo volvió a preguntarle: ¿Cómo puede ser esto? Jesús le contestó: ¿Tú, que eres el maestro de Israel, no sabes estas cosas? Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos, y somos testigos de lo que hemos visto; pero ustedes no creen lo que les decimos. Si no me creen cuando les hablo de las cosas de este mundo, ¿cómo me van a creer si les hablo de las cosas del cielo? Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo; es decir, el Hijo del hombre. Y así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así también el Hijo del hombre tiene que ser levantado, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. El que cree en el Hijo de Dios, no está condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado por no creer en el Hijo único de Dios. Los que no creen, ya han sido condenados, pues, como hacían cosas malas, cuando la luz vino al mundo prefirieron la oscuridad a la luz. Todos los que hacen lo malo odian la luz, y no se acercan a ella para que no se descubra lo que están haciendo. Pero los que viven de acuerdo con la verdad, se acercan a la luz para que se vea que todo lo hacen de acuerdo con la voluntad de Dios.
Juan 4:14
El que beba del agua que yo le daré, nunca volverá a tener sed. Porque el agua que yo le daré se convertirá en él en manantial de agua que brotará dándole vida eterna.
Juan 5:24
Les aseguro que quien presta atención a lo que yo digo y cree en el que me envió, tiene vida eterna; y no será condenado, pues ya ha pasado de la muerte a la vida.
Juan 6:31-33
Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: Les dio a comer pan del cielo. Jesús les contestó: Les aseguro que no fue Moisés quien les dio a ustedes el pan del cielo, sino que mi Padre es quien les da el verdadero pan del cielo. Porque el pan que Dios da es el que ha bajado del cielo y da vida al mundo.
Juan 6:48-58
Yo soy el pan que da vida. Los antepasados de ustedes comieron el maná en el desierto, y a pesar de ello murieron; pero yo hablo del pan que baja del cielo; quien come de él, no muere. Yo soy ese pan vivo que ha bajado del cielo; el que come de este pan, vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi propia carne. Lo daré por la vida del mundo. Los judíos se pusieron a discutir unos con otros: ¿Cómo puede este darnos a comer su propia carne? Jesús les dijo: Les aseguro que si ustedes no comen la carne del Hijo del hombre y beben su sangre, no tendrán vida. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo lo resucitaré en el día último. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, vive unido a mí, y yo vivo unido a él. El Padre, que me ha enviado, tiene vida, y yo vivo por él; de la misma manera, el que se alimenta de mí, vivirá por mí. Hablo del pan que ha bajado del cielo. Este pan no es como el maná que comieron los antepasados de ustedes, que a pesar de haberlo comido murieron; el que come de este pan, vivirá para siempre.
Juan 6:63
El espíritu es el que da vida; lo carnal no sirve para nada. Y las cosas que yo les he dicho son espíritu y vida.
Juan 8:12
Jesús se dirigió otra vez a la gente, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad.
Juan 10:10
El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Juan 14:6
Jesús le contestó: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.
Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.
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Mateo 10:8b
Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.
1 Pedro 4:10
Como buenos administradores de los diferentes dones de Dios, cada uno de ustedes sirva a los demás según lo que haya recibido.
2 Juan 1:8
Tengan ustedes cuidado, para no perder el resultado de nuestro trabajo, sino recibir su recompensa completa.
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