¡No Te Des Por Vencido!
Pablo nos dice en la carta a los romanos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman. O sea, que si tú amas a Dios, todo estará dispuesto para tu bien. La pregunta es: ¿Qué significa amar a Dios? Hay varias respuestas posibles para esta pregunta, pero hay una que es definitiva. En el capítulo 14 del Evangelio de Juan aprendemos que demostramos nuestro amor a Dios, obedeciéndolo. Es lógico ¿quién podría decir que ama a su padre, pero no lo obedece? Sería un amor falso, no verdadero. Por lo tanto, si amamos a nuestro Padre celestial, nuestro único y verdadero Padre, debemos obedecerlo en todo y sin vacilar.
Por lo tanto, la enseñanza de Pablo en la carta a los romanos dice: Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo obedecen. Una de las principales actitudes de obediencia a Dios es aceptar Su voluntad. ¿Por qué? ¡Porque Dios sabe lo que hace! ¡El Señor siempre tiene una razón, un propósito! No es necesario que nosotros comprendamos. ¡Simplemente deja Dios haga su voluntad y que todo sirva a Sus propósitos perfectos!
Obedece Su palabra y acepta Su voluntad, siempre, sea lo que sea y te irá bien, porque El Señor lo dispondrá todo para tu bien. No siempre parece así. Muchas veces cuando están en el medio de la tormenta piensas que no lo vas a lograr, pero Dios consigue Sus mayores victorias en aparentes derrotas. Tal vez tu problema tenga el objetivo de fortalecerte y dotarte para que des fuerzas a los demás. Tal vez tu situación te lleve a una victoria muy superior, que aún no has visto, porque no tienes la perspectiva de Dios. Jesús en el jardín de getsemaní le pidió a Su Padre que evitara su martirio y crucifixión, pero que se hiciera su voluntad. Dios no evitó la muerte de Jesús, pero lo resucitó y le dio autoridad total sobre el cielo y la tierra.
De modo que, ¡No te des por vencido! ¡No te hundas en tus dudas y temores! ¡Haz de tus problemas, situaciones y circunstancias, tu esperanza y tu fortaleza de fidelidad a Dios! ¡Toma tu barca y hazte a la mar otra vez! ¡No temas a la tormenta que no tiene que ser el fin, sino el comienzo!
Romanos 8:28
Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito.
Juan 14:15
Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.
Juan 14:21
El que recibe mis mandamientos y los obedece, demuestra que de veras me ama. Y mi Padre amará al que me ama, y yo también lo amaré y me mostraré a él.
Juan 14:23-24
El que me ama, hace caso de mi palabra; y mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con él. El que no me ama, no hace caso de mis palabras. Las palabras que ustedes están escuchando no son mías, sino del Padre, que me ha enviado.
Juan 15:9-10
Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Mateo 26:39
En seguida Jesús se fue un poco más adelante, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y oró diciendo: Padre mío, si es posible, líbrame de este trago amargo; pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.
Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.
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Mateo 10:8b
Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.
1 Pedro 4:10
Como buenos administradores de los diferentes dones de Dios, cada uno de ustedes sirva a los demás según lo que haya recibido.
2 Juan 1:8
Tengan ustedes cuidado, para no perder el resultado de nuestro trabajo, sino recibir su recompensa completa.
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