martes, 3 de agosto de 2010

La Fe y La Duda

La Fe y La Duda
 
Tener fe es tener la plena seguridad de recibir lo que se espera; es estar convencidos de la realidad de cosas que no vemos. Eso es lo que nos enseña el primer versículo del capítulo 11 de la carta a los hebreos. ¿Cómo puedo tener la plena seguridad de recibir lo que se espera? ¿Cómo puedo estar convencido de la realidad de cosas que no veo? ¿Cómo se logra esta clase de fe?
 
Si tenemos plena confianza en nuestro Padre celestial y “no dudamos”, podemos tener la más absoluta seguridad de que podemos esperar que todas sus promesas se cumplirán y total certeza de que aunque no lo veamos, sucederá. Busca en la palabra de Nuestro Señor, todas las promesas que Él te ha hecho y créelas sin dudar. La seguridad es Él y la realidadestá en Él, porque Dios no es un ser humano para mentir, ni cambiar de parecer. Él cumple lo que promete y lleva a cabo lo que dice.
 
La confianza en Él Señor te capacitará para ver lo invisible, creer lo increíble, aceptar lo imposible, arreglártelas sin lo indispensable y sobrellevar lo intolerable. Cree en Él y no dudes, aunque no lo veas, no lo sientas y pienses que Él Calla.
 
Tu fe nos permitirá que todas las circunstancias que te rodean sean escenarios en los que Él manifiesta toda Su gracia y todo Su poder. Los gigantes de la fe como Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José, Moisés, Josué, Caleb, Samuel, David, Josafat, Ezequías, Josías, Daniel, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Elías y Eliseo, entre otros, fueron seres comunes y corrientes que hicieron grandes cosas para Dios porque tenían la certeza de que Él estaba con ellos y de que siempre cumpliría Su palabra. Si nos decidimos a tomar las promesas de Dios, al pie de la letra, descubriremos el mundo sobrenatural de nuestro Padre celestial.
 
No conocemos nuestro futuro pero si conocemos las promesas de Nuestro Señor, a quien sí conocemos. Por lo tanto no podemos dudar. La única fe posible es la que tiene plena confianza en Dios.
 
Mateo 8:25-27
Entonces sus discípulos fueron a despertarlo, diciéndole: ¡Señor, sálvanos! ¡Nos estamos hundiendo! Él les contestó: ¿Por qué tanto miedo? ¡Qué poca fe tienen ustedes! Dicho esto, se levantó y dio una orden al viento y al mar, y todo quedó completamente tranquilo. Ellos, admirados, se preguntaban: ¿Pues quién será este, que hasta los vientos y el mar lo obedecen?
 
Mateo 14:29-31
Ven, dijo Jesús. Pedro entonces bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al notar la fuerza del viento, tuvo miedo; y como comenzaba a hundirse, gritó: ¡Sálvame, Señor! Al momento, Jesús lo tomó de la mano y le dijo: ¡Qué poca fe tienes! ¿Por qué dudaste?
 
Mateo 21:20-22
Al ver lo ocurrido, los discípulos se maravillaron y preguntaron a Jesús: ¿Cómo es que la higuera se secó al instante? Jesús les contestó: Les aseguro que si tienen fe y no dudan, no solamente podrán hacer esto que le hice a la higuera, sino que aun si a este cerro le dicen: Quítate de ahí y arrójate al mar, así sucederá. Y todo lo que ustedes, al orar, pidan con fe, lo recibirán.
 
Santiago 1:6-8
Pero tiene que pedir con fe, sin dudar nada; porque el que duda es como una ola del mar, que el viento lleva de un lado a otro. Quien es así, no crea que va a recibir nada del Señor, porque hoy piensa una cosa y mañana otra, y no es constante en su conducta.
 
 
Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.
 
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Mateo 10:8b
Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo.
1 Pedro 4:10
Como buenos administradores de los diferentes dones de Dios, cada uno de ustedes sirva a los demás según lo que haya recibido.
2 Juan 1:8

Tengan ustedes cuidado, para no perder el resultado de nuestro trabajo, sino recibir su recompensa completa. 

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