lunes, 28 de junio de 2010

¿Es Verdad?

¿Es Verdad?
 
A menudo mentimos, no decimos toda la verdad, o manipulamos la verdad. El hecho es que no actuamos íntegramente y hay diferencias entre lo que pensamos, decimos y hacemos. La pregunta es, ¿Por qué mentimos? Sólo existen dos razones para mentir: para ganar algo o para evitar perder algo. Piénsalo y verás que toda mentira está incluida entre esas dos razones. Y en ambas razones está involucrado alguien que es perjudicado. Por esa razón el mandamiento de Dios que está en Éxodo 20:16 y Deuteronomio 5:20, dice: No digas mentiras en perjuicio de tu prójimo.
 
El gran mandamiento que Jesucristo nos enseñó dice: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más importante y el primero de los mandamientos. Pero hay un segundo, parecido a este; dice: Ama a tu prójimo como a ti mismo. (Mateo 22:3739)
 
¿Cómo puedo amar a mi prójimo como a mi mismo y a la vez decir mentiras en perjuicio suyo? No hay amor en la mentira. Y si no hay amor, ¿Qué hay? Dejo la respuesta abierta para que lo medites. Dios es amor y es verdad, por eso en Números 23:19 leemos: Dios no es como los mortales: no miente ni cambia de opinión. Cuando él dice una cosa, la realiza. Cuando hace una promesa, la cumple.
 
Nosotros tenemos el ejemplo de Jesús a quien queremos seguir, emular y obedecer. Jesús nunca hablaba ni obraba fuera de la total y absoluta verdad. Así como él era divinamente perfecto, también lo eran sus palabras y sus obras. No había diferencia entre sus pensamientos, palabras y obras. Él era la verdad, hablaba la verdad y la manifestaba; o dicho de otro modo, él era la verdad en persona.

Cada vez que mentimos, desobedecemos a Dios, nos hacemos esclavos de la mentira, debilitamos nuestro espíritu y nos hacemos más pequeños en el Reino de Dios. Cada vez que nos mantenemos fieles a la verdad, somos obedientes, somos libres, nos fortalecemos espiritualmente y crecemos en el Reino de nuestro Padre.
 
Juan 1:14
Aquel que es la Palabra se hizo hombre y vivió entre nosotros. Y hemos visto su gloria, la gloria que recibió del Padre, por ser su Hijo único, abundante en amor y verdad.
 
Juan 3:11
Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos, y somos testigos de lo que hemos visto; pero ustedes no creen lo que les decimos.
 
Juan 3:21
Pero los que viven de acuerdo con la verdad, se acercan a la luz para que se vea que todo lo hacen de acuerdo con la voluntad de Dios.
 
Juan 8:31-32
Jesús les dijo a los judíos que habían creído en él: Si ustedes se mantienen fieles a mi palabra, serán de veras mis discípulos; conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.
 
Juan 8:44
El padre de ustedes es el diablo; ustedes le pertenecen, y tratan de hacer lo que él quiere. El diablo ha sido un asesino desde el principio. No se mantiene en la verdad, y nunca dice la verdad. Cuando dice mentiras, habla como lo que es; porque es mentiroso y es el padre de la mentira.
 
Juan 14:6
Jesús le contestó: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.
 
Mateo 5:19
Por eso, el que no obedece uno de los mandatos de la ley, aunque sea el más pequeño, ni enseña a la gente a obedecerlo, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero el que los obedece y enseña a otros a hacer lo mismo, será considerado grande en el reino de los cielos.
 
 
Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.
 
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