Amor y Humildad
Sobre “El Amor” el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española, dice: Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.
O sea, para poder sentir amor hay que partir de nuestra propia insuficiencia y necesidad de unión con otros seres. Si leemos lo que dice el mismo diccionario sobre la humildad, leemos: Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento.
Yo podría concluir que para amar hay que ser humildes y no se puede ser humilde sin amor. Este gran “descubrimiento” ya lo había hecho el apóstol Pablo hace casi 2.000 años y sin usar el diccionario. Inspirado por el Espíritu Santo escribió en la primera carta a los corintios, en el capítulo trece, versículos cuatro al siete: El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
¡Los que aman de verdad son realmente humildes, y quienes son realmente humildes, aman de verdad! ¡Hay que admitir que la humildad es parte esencial del amor! ¡Si quieres aceptar amor verdadero, necesitas suficiente humildad como para renunciar a tu orgullo y recibirlo! Porque el amor y la humildad son absolutamente inseparables. ¡No puedes sentir amor, amor de verdad, sin ser humilde; y tampoco puedes tener genuina humildad sin sentir mucho amor! ¡No puedes ser orgulloso y sentir amor verdadero! ¡Tampoco puedes sentir amor verdadero y ser orgulloso! ¡El amor verdadero requiere gran humildad!
Esta es probablemente la razón de porque hay tanta falta de amor en el mundo. ¡Demasiado orgullo! Hemos olvidado ser humildes.
Y aunque quizá no te parezca obvio, esto aplica también a Dios. No lo podrás amar sino eres humilde y nunca serás humilde sino lo amas realmente. Medita en esto.
Mateo 7:12
Así pues, hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes; porque en eso se resumen la ley y los profetas.
Mateo 22:37-40
Jesús le dijo: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más importante y el primero de los mandamientos. Pero hay un segundo, parecido a este; dice: Ama a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se basan toda la ley y los profetas.
1 Juan 4:20-21
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y al mismo tiempo odia a su hermano, es un mentiroso. Pues si uno no ama a su hermano, a quien ve, tampoco puede amar a Dios, a quien no ve. Jesucristo nos ha dado este mandamiento: que el que ama a Dios, ame también a su hermano.
1 Pedro 4:8-9
Haya sobre todo mucho amor entre ustedes, porque el amor perdona muchos pecados. Recíbanse unos a otros en sus casas, sin murmurar de nadie.
Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.
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