Inténtalo
El éxito está en intentarlo y el peor de los fracasos es justamente ¡no intentarlo! Porque la diferencia entre la victoria y la derrota está en nuestra capacidad para intentarlo con perseverancia.
Aquí está la paradoja: Si no lo intentamos nunca podremos triunfar y tener éxito, pero justamente el miedo al fracaso y a la derrota es la que nos impide intentarlo. Entonces hay que romper esta paradoja y comprender que para lograr nuestras metas, necesitamos vencer el miedo al fracaso y a la derrota e intentarlo sin que nada nos detenga. Franklin D. Roosevelt acostumbraba a decir: Es normal elegir un método y probarlo. Si es un fracaso, admítalo con franqueza. Pero, por sobre todas las cosas pruebe hacer algo.
Una vez vencido el miedo al fracaso, debemos aprender que los intentos se perfeccionan con la práctica. Nunca debemos arriesgar el cuello en el primer intento. Es necesario que nos demos el tiempo para aprender, practicar y perfeccionar nuestros intentos. Hay que ir de lo pequeño a lo grande. Ningún atleta se inicia en los juegos olímpicos, ni los beisbolistas comienzan su carrera en las grandes ligas. Debemos aprender a gatear, para poder caminar y finalmente lograr correr.
Pasos a seguir:
1. Soñemos y convirtamos esos sueños en metas de vida.
2. Tomemos esas metas y fraccionémoslas en varios objetivos progresivos con fecha de cumplimiento.
3. Para cada objetivo debemos tener un plan que incluya fases de aprendizaje, práctica y ejecución, con fechas.
4. No permitamos que nada ni nadie nos impida intentar cada fase de nuestro plan.
5. Desarrollemos nuestra perseverancia para no desalentarnos ante cada obstáculo y adversidad que se presente y nos impida avanzar.
Pero lo más importante de todo es que antes de soñar, establecer metas y objetivos y hacer planes con fechas, busquemos el consejo y la guía de nuestro Padre que está en el cielo. Sólo Él puede mostrarnos el propósito que tiene con nosotros y colocar en nuestros corazones los sueños correctos de acuerdo con Su voluntad. El Señor nos manda a tener valor y firmeza, a no tener miedo ni desanimarnos, porque Él estará con nosotros dondequiera que vayamos.
Josué 1:9
Yo soy quien te manda que tengas valor y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas.
Mateo 10:22
Todo el mundo los odiará a ustedes por causa mía; pero el que se mantenga firme hasta el fin, se salvará.
Mateo 13:21
Pero como no tienen suficiente raíz, no se mantienen firmes; cuando por causa del mensaje sufren pruebas o persecución, fallan.
Mateo 24:13
Pero el que siga firme hasta el fin, se salvará.
Lucas 8:15
Pero la semilla que cayó en buena tierra, son las personas que con corazón bueno y dispuesto escuchan y hacen caso del mensaje y, permaneciendo firmes, dan una buena cosecha.
Lucas 9:51
Cuando ya se acercaba el tiempo en que Jesús había de subir al cielo, emprendió con valor su viaje a Jerusalén.
Lucas 21:19
¡Manténganse firmes, para poder salvarse!
Lucas 22:32
Pero yo he rogado por ti, para que no te falte la fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, ayuda a tus hermanos a permanecer firmes.
Juan 16:33
Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.
Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.
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