Descripciones De Cargo
¿De qué se ocupa el reino de las tinieblas? ¿A qué se dedican satanás y sus huestes de la oscuridad?
Nos enseña a odiarnos los uno a los otros, a agredir de palabra y de hecho, a buscar el enfrentamiento y la contienda, a matar, a hacer la guerra, a abusar de otros, a vivir sin esperanzas y con miedo, a disfrutar de los vicios, a mentir, a ser infiel, a traicionar, a vivir sin control ni dominio propio, a ser egoístas, a estar tristes, a ser impacientes, a desesperarnos, a codiciar, a blasfemar, a buscar la maldad, a ser ásperos y rudos, a ser soberbios, vanidosos y orgullosos, a vivir en la oscuridad y huir de la luz, a despreciar los caminos de Dios y a ignorar a Jesús, para destruirnos por completo.
¿De qué se ocupa el Reino de La Luz? ¿A qué se dedica Jesucristo, a través del Espíritu Santo y Sus Ángeles celestiales?
Primero que todo, pagó por nosotros, con todas sus lágrimas, toda su sangre y su sacrificio, para redimirnos y libertarnos del poder de ese reino de las tinieblas, derrotando a satanás definitivamente, para enseñarnos y llevarnos por el camino del amor, la paz, el acercamiento, la amistad, la vida, el servicio, la esperanza, la seguridad, la vida sin vicios, la fidelidad, la lealtad, el dominio propio, la generosidad, la caridad, la alegría, la paciencia, la tranquilidad, el contentamiento, la bondad, la amabilidad, la humildad, la vida de luz, la búsqueda de la luz, el amor a Dios, de apreciar y seguir a Jesús, de ser Sus discípulos y de nuestra salvación para la vida eterna en el cielo con Él.
¿Cómo nosotros podemos olvidar esto? Creemos pero cuestionamos. Decimos que amamos a Dios, que queremos estar con Él y que seguimos a Jesús, pero nos dejamos tentar por el reino de las tinieblas, a pesar de que sabemos que nos quiere destruir. Nos hemos acostumbrado a buscar a Jesús y acudir a Él, solamente cuando estamos en problemas y enfrentamos circunstancias adversas.
No olvidemos que cosecharemos lo que sembramos. Escojamos: sembrar semillas de oscuridad o semillas de luz. La cosecha es tan grande como la eternidad.
Mateo 4:16
El pueblo que andaba en la oscuridad vio una gran luz; una luz ha brillado para los que vivían en sombras de muerte.
Mateo 5:14-16
Ustedes son la luz de este mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para ponerla bajo un cajón; antes bien, se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa. Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo.
Mateo 6:22-23
Los ojos son la lámpara del cuerpo; así que, si tus ojos son buenos, todo tu cuerpo tendrá luz; pero si tus ojos son malos, todo tu cuerpo estará en oscuridad. Y si la luz que hay en ti resulta ser oscuridad, ¡qué negra será la oscuridad misma!
Lucas 1:78-79
Porque nuestro Dios, en su gran misericordia, nos trae de lo alto el sol de un nuevo día, para dar luz a los que viven en la más profunda oscuridad, y dirigir nuestros pasos por el camino de la paz.
Lucas 11:33-36
Nadie enciende una lámpara y la pone en un lugar escondido, ni bajo un cajón, sino en alto, para que los que entran tengan luz. Tus ojos son la lámpara del cuerpo; si tus ojos son buenos, todo tu cuerpo tendrá luz; pero si son malos, tu cuerpo estará en la oscuridad. Ten cuidado de que la luz que hay en ti no resulte oscuridad. Pues si todo tu cuerpo tiene luz y no hay en él ninguna oscuridad, lo verás todo claramente, como cuando una lámpara te alumbra con su luz.
Juan 1:1-5
En el principio ya existía la Palabra; y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. Él estaba en el principio con Dios. Por medio de él, Dios hizo todas las cosas; nada de lo que existe fue hecho sin él. En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podido apagarla.
Juan 3:19-21
Los que no creen, ya han sido condenados, pues, como hacían cosas malas, cuando la luz vino al mundo prefirieron la oscuridad a la luz. Todos los que hacen lo malo odian la luz, y no se acercan a ella para que no se descubra lo que están haciendo. Pero los que viven de acuerdo con la verdad, se acercan a la luz para que se vea que todo lo hacen de acuerdo con la voluntad de Dios.
Juan 8:12
Jesús se dirigió otra vez a la gente, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en la oscuridad.
Juan 11:9-10
Jesús les dijo: ¿No es cierto que el día tiene doce horas? Pues si uno anda de día, no tropieza, porque ve la luz que hay en este mundo; pero si uno anda de noche, tropieza, porque le falta la luz.
Juan 12:46
Yo, que soy la luz, he venido al mundo para que los que creen en mí no se queden en la oscuridad.
Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.
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