lunes, 28 de febrero de 2011

¿Quién Es Tu Dios?

Jesús nos ha mandado a amar a nuestro Padre celestial con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas. Nuestro Padre celestial es nuestro Dios, nuestro único Dios. Creador de todo lo visible y lo invisible. Rey de reyes. Señor de señores. Todopoderoso. Todo lo sabe. Todo amor. Nuestro Papá. A Él debemos amar con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas.

¿Lo hacemos? Si nos preguntan, decimos rápidamente que sí. Es probable que hasta pensemos que es así. Pero, ¿realmente lo amamos de esa manera? ¿Es nuestro Padre celestial lo más importante en nuestras vidas? Y si es así y lo consideramos nuestro verdadero Padre, ¿lo obedecemos?, ¿tratamos de ser agradables para Él? O, la realidad es que nuestro Padre que está en los cielos está muy por debajo de otras prioridades en nuestras vidas.

Veamos esta lista: cuando revisamos en lugar que ocupa en nuestro corazón la ambición por el dinero, la avaricia de bienes materiales, la búsqueda del placer, el deseo de obtener más poder, la atracción del prestigio y de la fama, el anhelo de mejorar nuestra apariencia personal, nuestras ocupaciones y rutinas diarias, nuestros hobbies, nuestras adicciones y vicios, ¿en qué lugar queda El Señor? Una manera de revisar esto es el calcular tiempo que le dedicamos a la lista anterior y el tiempo que dedicamos a buscar a nuestro Padre celestial para estar con Él, conversar con Él, pedirle consejo, decirle que lo amamos, pedirle perdón si lo hemos ofendido, pedirle su ayuda en aquellos asuntos que no podemos resolver, pedirle sus instrucciones sobre lo que Él quiere que hagamos y todo lo que sucede entre un hijo y su Padre cuando hay mucho amor y una buena relación personal.

Revisemos nuestra lista. Revisemos nuestras agendas diarias. Determinemos si lo que decimos corresponde con lo que hacemos y nunca olvidemos que nuestro Padre que está en el cielo es lo más importante en nuestras vidas.

Marcos 12:30
Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.

Mateo 23:9
Y no llamen ustedes padre a nadie en la tierra, porque tienen solamente un Padre: el que está en el cielo.

Mateo 6:9-15
Ustedes deben orar así: Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra, así como se hace en el cielo. Danos hoy el pan que necesitamos. Perdónanos el mal que hemos hecho, así como nosotros hemos perdonado a los que nos han hecho mal. No nos expongas a la tentación, sino líbranos del maligno. Porque si ustedes perdonan a otros el mal que les han hecho, su Padre que está en el cielo los perdonará también a ustedes; pero si no perdonan a otros, tampoco su Padre les perdonará a ustedes sus pecados.

Mateo 7:21
No todos los que me dicen: Señor, Señor, entrarán en el reino de los cielos, sino solamente los que hacen la voluntad de mi Padre celestial.

Mateo 12:50
Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.

Mateo 26:42
Por segunda vez se fue, y oró así: Padre mío, si no es posible evitar que yo sufra esta prueba, hágase tu voluntad.

Juan 9:31
Bien sabemos que Dios no escucha a los pecadores; solamente escucha a los que lo adoran y hacen su voluntad.

Evangelio Diario: Febrero 28

Mateo 19:1-12
 
Después de decir estas cosas, Jesús se fue de Galilea y llegó a la región de Judea que está al oriente del Jordán. Mucha gente lo siguió, y allí sanó a los enfermos.
 
Algunos fariseos se acercaron a Jesús y, para tenderle una trampa, le preguntaron: ¿Le está permitido a uno divorciarse de su esposa por un motivo cualquiera? Jesús les contestó: ¿No han leído ustedes en la Escritura que el que los creó en el principio, hombre y mujer los creó? Y dijo: Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa, y los dos serán como una sola persona. Así que ya no son dos, sino uno solo. De modo que el hombre no debe separar lo que Dios ha unido.
 
Ellos le preguntaron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés darle a la esposa un certificado de divorcio, y despedirla así? Jesús les dijo: Precisamente por lo tercos que son ustedes, Moisés les permitió divorciarse de su esposa; pero al principio no fue de esa manera. Yo les digo que el que se divorcia de su esposa, a no ser en el caso de una unión ilegal, y se casa con otra, comete adulterio. Le dijeron sus discípulos: Si este es el caso del hombre en relación con su esposa, no conviene casarse.
 
Jesús les contestó: No todos pueden comprender esto, sino únicamente aquellos a quienes Dios les ha dado que lo comprendan. Hay diferentes razones que impiden a los hombres casarse: unos ya nacen incapacitados para el matrimonio, a otros los incapacitan los hombres, y otros viven como incapacitados por causa del reino de los cielos. El que pueda entender esto, que lo entienda.

Versículos Para Hoy: Febrero 28

Marcos 4:15
Hay quienes son como la semilla que cayó en el camino: oyen el mensaje, pero después de oírlo viene Satanás y les quita el mensaje sembrado en su corazón.


Otros versículos:

1 Corintios 9:14
De igual manera, el Señor ha dispuesto que quienes anuncian el evangelio vivan de ello mismo.

Pensamiento Para Hoy: Febrero 28

Para Dios, los santos son los pecadores salvados por gracia.

domingo, 27 de febrero de 2011

Pensamiento Para Hoy: Febrero 27

Jesús quiere que actuemos con amor, en lugar de ser religiosos.

Tu Día Es Hoy

¡Cómo nos cuesta comprender la importancia del día de hoy! ¡La importancia del presente! Mañana, no sabemos si vendrá, ni que traerá y puede ser muy tarde para actuar. Ayer ya pasó sin que podamos hacer nada sobre él. Ayer fue hace mucho tiempo.

Lo que no hicimos ayer, ya nunca lo podremos hacer y lo que hicimos ayer, ya pasó y es muy probable que necesitemos volver a hacerlo otra vez. Con la misma lógica del paradigma del tiempo, no sabemos si mañana estaremos aquí para hacer lo que debemos hacer y es posible que aunque estemos aquí, ya sea muy tarde para hacer lo que debíamos haber hecho. Ayer ya se fue y mañana puede ser muy tarde. ¿Qué nos queda?

¡Hoy! Lo que hagamos hoy, queda hecho y cuando veamos el ayer, ahí lo encontraremos. Con el hoy, construimos el ayer. Más importante aún, lo que hagamos hoy es la siembra para mañana. Lo que hagamos hoy lo recogeremos mañana porque quedó hecho hoy y aunque no estemos aquí, lo que hicimos hoy estará ahí esperando ser cosechado. Si lo hacemos hoy, nunca podremos decir, mañana es muy tarde.

¡Hoy! es el día para: amar, perdonar, pedir perdón, aceptar los errores, intentarlo otra vez, ir, regresar, soñar, fijar metas, trazar rumbos, hacer sueños realidad, hacer el bien, trabajar, ayudar, pedir ayuda, estar alegre, alegrar a otros, dar una nueva oportunidad a nosotros mismos y a otros, triunfar, acompañar, ser acompañado, buscar, encontrar, pedir, dar, perseverar y hacer todo lo que debemos hacer hoy, porque hoy, es definitivo. Actuemos hoy como si no existiera el ayer y no tuviéramos mañana.

Sobretodo, lo más importante, entrega hoy tu vida a Jesús. Es la mejor siembra que puedes hacer.

Simplemente, tu día es ¡HOY!

Mateo 6:11
Danos hoy el pan que necesitamos.

Mateo 6:25-34
Por lo tanto, yo les digo: No se preocupen por lo que han de comer o beber para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? Miren las aves que vuelan por el aire: no siembran ni cosechan ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes que está en el cielo les da de comer. ¡Y ustedes valen más que las aves! En todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora? ¿Y por qué se preocupan ustedes por la ropa? Fíjense cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan. Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos. Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡con mayor razón los vestirá a ustedes, gente falta de fe! Así que no se preocupen, preguntándose: ¿Qué vamos a comer? o ¿Qué vamos a beber? o ¿Con qué vamos a vestirnos? Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan. Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas. No se preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene bastante con sus propios problemas.

Santiago 4:13-17
Ahora oigan esto, ustedes, los que dicen: Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, y allí pasaremos un año haciendo negocios y ganando dinero, ¡y ni siquiera saben lo que mañana será de su vida! Ustedes son como una neblina que aparece por un momento y en seguida desaparece. Lo que deben decir es: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. En cambio, ustedes insisten en hablar orgullosamente; y todo orgullo de esa clase es malo. El que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado.

Evangelio Diario: Febrero 27

Mateo 18:21-35
 
Entonces Pedro fue y preguntó a Jesús: Señor, ¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano, si me hace algo malo? ¿Hasta siete? Jesús le contestó: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
 
Por esto, sucede con el reino de los cielos como con un rey que quiso hacer cuentas con sus funcionarios. Estaba comenzando a hacerlas cuando le presentaron a uno que le debía muchos millones. Como aquel funcionario no tenía con qué pagar, el rey ordenó que lo vendieran como esclavo, junto con su esposa, sus hijos y todo lo que tenía, para que quedara pagada la deuda. El funcionario se arrodilló delante del rey, y le rogó: Tenga usted paciencia conmigo y se lo pagaré todo. Y el rey tuvo compasión de él; así que le perdonó la deuda y lo puso en libertad.
 
Pero al salir, aquel funcionario se encontró con un compañero suyo que le debía una pequeña cantidad. Lo agarró del cuello y comenzó a estrangularlo, diciéndole: ¡Págame lo que me debes! El compañero, arrodillándose delante de él, le rogó: Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo. Pero el otro no quiso, sino que lo hizo meter en la cárcel hasta que le pagara la deuda. Esto dolió mucho a los otros funcionarios, que fueron a contarle al rey todo lo sucedido. Entonces el rey lo mandó llamar, y le dijo: ¡Malvado! Yo te perdoné toda aquella deuda porque me lo rogaste. Pues tú también debiste tener compasión de tu compañero, del mismo modo que yo tuve compasión de ti. Y tanto se enojó el rey, que ordenó castigarlo hasta que pagara todo lo que debía.
 
Jesús añadió: Así hará también con ustedes mi Padre celestial, si cada uno de ustedes no perdona de corazón a su hermano.

Versículos Para Hoy: Febrero 27

Mateo 7:13-14
Entren por la puerta angosta. Porque la puerta y el camino que llevan a la perdición son anchos y espaciosos, y muchos entran por ellos; pero la puerta y el camino que llevan a la vida son angostos y difíciles, y pocos los encuentran.


Otros versículos:

Romanos 11:32
Porque Dios sujetó a todos por igual a la desobediencia, con el fin de tener compasión de todos por igual.

sábado, 26 de febrero de 2011

¿Qué Quieres Ser?

¿El primero o el último? ¿Grande o pequeño? ¿El que es servido o el que sirve? ¿Jefe y Señor o súbdito?

Los aspectos que el mundo considera para medir la prioridad, la grandeza y la importancia, probablemente son: la belleza, el dinero, el poder, la fama, las capacidades o habilidades, los títulos académicos o nobiliarios y aspectos similares. Sin embargo, es posible que exista una diferencia entre la notoriedad y la grandeza e importancia de una persona. Podemos concebir que existan personas de grandeza e importancia indiscutible que son muy poco notorias y viceversa, personas de gran notoriedad y muy poca grandeza e importancia. ¿Cómo es esto posible?

La idea que queremos plantear es que no tiene nada que ver la notoriedad de una persona por sus características o logros, con su grandeza e importancia desde el punto de vista de Jesucristo. Para El Señor, la grandeza y la importancia son cualidades del alma. No es en realidad un rango o posición y puede coronar igualmente a una persona muy notoria o a una sin notoriedad alguna.

Jesucristo estableció que la verdadera grandeza y la real importancia se logran entregándonos al servicio del prójimo o dicho de otra manera, aliviando las cargas de otros. Esto puede implicar el realizar obras simples y humildes como si fueran obras grandes y nobles, pero también implica realizar obras grandes y nobles como si fueran simples y humildes. Sin embargo, nunca lo entenderemos sino aceptamos que esa grandeza y esa importancia, es la luz de la cual nosotros no somos los portadores, sino que es la luz que nosotros reflejamos de Jesucristo, quién nos envió. El principio es que quien no permanece en su pequeñez, pierde su grandeza.

Mateo 18:24
Jesús llamó entonces a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: Les aseguro que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es el que se humilla y se vuelve como este niño.

Mateo 20:25-28
Pero Jesús los llamó, y les dijo: Como ustedes saben, entre los paganos los jefes gobiernan con tiranía a sus súbditos, y los grandes hacen sentir su autoridad sobre ellos. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que entre ustedes quiera ser grande, deberá servir a los demás; y el que entre ustedes quiera ser el primero, deberá ser su esclavo. Porque, del mismo modo, el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por una multitud.

Marcos 9:34-35
Pero se quedaron callados, porque en el camino habían discutido quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo: Si alguien quiere ser el primero, deberá ser el último de todos, y servirlos a todos.

Evangelio Diario: Febrero 26

Mateo 18:15-20
 
Si tu hermano te hace algo malo, habla con él a solas y hazle reconocer su falta. Si te hace caso, ya has ganado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a una o dos personas más, para que toda acusación se base en el testimonio de dos o tres testigos. Si tampoco les hace caso a ellos, díselo a la comunidad; y si tampoco hace caso a la comunidad, entonces habrás de considerarlo como un pagano o como uno de esos que cobran impuestos para Roma.
 
Les aseguro que lo que ustedes aten aquí en la tierra, también quedará atado en el cielo, y lo que ustedes desaten aquí en la tierra, también quedará desatado en el cielo. Esto les digo: Si dos de ustedes se ponen de acuerdo aquí en la tierra para pedir algo en oración, mi Padre que está en el cielo se lo dará. Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

Versículos Para Hoy: Febrero 26

Juan 8:51
Les aseguro que quien hace caso de mi palabra, no morirá.


Otros versículos:

Hechos 2:46-47
Todos los días se reunían en el templo, y en las casas partían el pan y comían juntos con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y eran estimados por todos; y cada día el Señor hacía crecer la comunidad con el número de los que él iba llamando a la salvación.

Pensamiento Para Hoy: Febrero 26

Orgullo significa creerse bueno en opinión propia y no humillarse ante Dios.

viernes, 25 de febrero de 2011

No Es Sólo Dar, Sino Como Dar

Las reglas para dar:
  1. Debemos hacer nuestras buenas obras en secreto y no delante de la gente para que nos vean.
  2. Debemos dar lo que necesitamos y no solamente lo que nos sobra.
  3. Debemos dar sin esperar nada a cambio y no dar a los que nos pueden dar de regreso.
  4. Debemos acumular riquezas celestiales y no riquezas terrenales.
  5. Debemos usar las riquezas terrenales para ganar las celestiales.
  6. Debemos servir a Dios y no a las riquezas.
  7. Debemos tratar a los demás como queremos que nos traten a nosotros.

Consecuencias de dar:
  1. Cuando damos en secreto nuestro Padre celestial nos dará nuestro premio.
  2. Cuando damos, nuestro Padre nos dará a nosotros.
  3. Con la misma medida que damos, Nuestro Padre nos dará a nosotros.
  4. Cuando damos a los pobres, hacemos riquezas en el cielo.
  5. Cuando damos sin esperar nada a cambio, nuestro Padre nos recompensa.
  6. Nuestro Padre premia la actitud y no la cantidad.
  7. Si manejamos nuestra riqueza recordando que no es nuestra, recibiremos la verdadera riqueza.

Mateo 6:1-4
No hagan sus buenas obras delante de la gente solo para que los demás los vean. Si lo hacen así, su Padre que está en el cielo no les dará ningún premio. Por eso, cuando ayudes a los necesitados, no lo publiques a los cuatro vientos, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente hable bien de ellos. Les aseguro que con eso ya tienen su premio. Cuando tú ayudes a los necesitados, no se lo cuentes ni siquiera a tu amigo más íntimo; hazlo en secreto. Y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará tu premio.

Mateo 7:2
Pues Dios los juzgará a ustedes de la misma manera que ustedes juzguen a otros; y con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les dará a ustedes.

Mateo 19:21
Jesús le contestó: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres. Así tendrás riqueza en el cielo. Luego ven y sígueme.

Marcos 4:24
También les dijo: Fíjense en lo que oyen. Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les dará a ustedes; y les dará todavía más.

Marcos 12:43-44
Entonces Jesús llamó a sus discípulos, y les dijo: Les aseguro que esta viuda pobre ha dado más que todos los otros que echan dinero en los cofres; pues todos dan de lo que les sobra, pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir.

Lucas 6:31-38
Hagan ustedes con los demás como quieren que los demás hagan con ustedes. Si ustedes aman solamente a quienes los aman a ustedes, ¿qué hacen de extraordinario? Hasta los pecadores se portan así. Y si hacen bien solamente a quienes les hacen bien a ustedes, ¿qué tiene eso de extraordinario? También los pecadores se portan así. Y si dan prestado solo a aquellos de quienes piensan recibir algo, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores se prestan unos a otros, esperando recibir unos de otros. Ustedes deben amar a sus enemigos, y hacer bien, y dar prestado sin esperar nada a cambio. Así será grande su recompensa, y ustedes serán hijos del Dios altísimo, que es también bondadoso con los desagradecidos y los malos. Sean ustedes compasivos, como también su Padre es compasivo. No juzguen a otros, y Dios no los juzgará a ustedes. No condenen a otros, y Dios no los condenará a ustedes. Perdonen, y Dios los perdonará. Den a otros, y Dios les dará a ustedes. Les dará en su bolsa una medida buena, apretada, sacudida y repleta. Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les devolverá a ustedes.

Lucas 12:33-34
Vendan lo que tienen, y den a los necesitados; procúrense bolsas que no se hagan viejas, riqueza sin fin en el cielo, donde el ladrón no puede entrar ni la polilla destruir. Pues donde esté la riqueza de ustedes, allí estará también su corazón.

Lucas 14:12-14
Dijo también al hombre que lo había invitado: Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; porque ellos, a su vez, te invitarán, y así quedarás ya recompensado. Al contrario, cuando tú des un banquete, invita a los pobres, los inválidos, los cojos y los ciegos; y serás feliz. Pues ellos no te pueden pagar, pero tú tendrás tu recompensa el día en que los justos resuciten.

Lucas 16:9-13
Les aconsejo que usen las falsas riquezas de este mundo para ganarse amigos, para que cuando las riquezas se acaben, haya quien los reciba a ustedes en las viviendas eternas. El que se porta honradamente en lo poco, también se porta honradamente en lo mucho; y el que no tiene honradez en lo poco, tampoco la tiene en lo mucho. De manera que, si con las falsas riquezas de este mundo ustedes no se portan honradamente, ¿quién les confiará las verdaderas riquezas? Y si no se portan honradamente con lo ajeno, ¿quién les dará lo que les pertenece? Ningún sirviente puede servir a dos amos; porque odiará a uno y querrá al otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y a las riquezas.

Lucas 16:19-25
Había un hombre rico, que se vestía con ropa fina y elegante y que todos los días ofrecía espléndidos banquetes. Había también un pobre llamado Lázaro, que estaba lleno de llagas y se sentaba en el suelo a la puerta del rico. Este pobre quería llenarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas. Un día el pobre murió, y los ángeles lo llevaron a sentarse a comer al lado de Abraham. El rico también murió, y fue enterrado. Y mientras el rico sufría en el lugar adonde van los muertos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro sentado a su lado. Entonces gritó: ¡Padre Abraham, ten lástima de mí! Manda a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua y venga a refrescar mi lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego. Pero Abraham le contestó: Hijo, acuérdate que en vida tú recibiste tu parte de bienes, y Lázaro su parte de males. Ahora él recibe consuelo aquí, y tú sufres.

Lucas 21:3-4
Entonces dijo: De veras les digo que esta viuda pobre ha dado más que todos; pues todos dan ofrendas de lo que les sobra, pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir.

Evangelio Diario: Febrero 25

Mateo 18:1-14
 
En aquella misma ocasión los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: ¿Quién es el más importante en el reino de los cielos? Jesús llamó entonces a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: Les aseguro que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es el que se humilla y se vuelve como este niño. Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, me recibe a mí. A cualquiera que haga caer en pecado a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que lo hundieran en lo profundo del mar con una gran piedra de molino atada al cuello.
 
¡Qué malo es para el mundo que haya tantas incitaciones al pecado! Tiene que haberlas, pero ¡ay del hombre que haga pecar a los demás! Por eso, si tu mano o tu pie te hacen caer en pecado, córtatelos y échalos lejos de ti; es mejor que entres en la vida manco o cojo, y no que con tus dos manos y tus dos pies seas arrojado al fuego eterno. Y si tu ojo te hace caer en pecado, sácatelo y échalo lejos de ti; es mejor que entres en la vida con un solo ojo, y no que con tus dos ojos seas arrojado al fuego del infierno.
 
No desprecien a ninguno de estos pequeños. Pues les digo que en el cielo los ángeles de ellos están mirando siempre el rostro de mi Padre celestial. ¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿acaso no dejará las otras noventa y nueve en el monte, para ir a buscar la oveja extraviada? Y si logra encontrarla, de seguro se alegrará más por esa oveja que por las noventa y nueve que no se extraviaron. Así también, el Padre de ustedes que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños.

Versículos Para Hoy: Febrero 25

Mateo 15:11
Lo que entra por la boca del hombre no es lo que lo hace impuro. Al contrario, lo que hace impuro al hombre es lo que sale de su boca.


Otros versículos:

Gálatas 4:7
Así pues, tú ya no eres esclavo, sino hijo de Dios; y por ser hijo suyo, es voluntad de Dios que seas también su heredero.

Pensamiento Para Hoy: Febrero 25

La mente de Dios es tan diferente a la nuestra, que para Él la fortaleza consiste en depender de Él.

jueves, 24 de febrero de 2011

Cambiemos Al Mundo

Nosotros tenemos la oportunidad de cambiar el mundo. Para eso, trabajemos en nuestro entorno familiar, pues solo cuando la familia sea sana, el mundo será sano. Concentrémonos en la formación de nuestros hijos: La violencia, las adicciones, los vicios, los resentimientos, la baja autoestima y todos los males que aquejan a la humanidad, se inician en el seno de la familia. Nuestro Padre celestial es nuestro mejor ejemplo de cómo formar a los hijos y sólo Él puede guiarnos y enseñarnos a ser buenos padres y a través de la formación de nuestros hijos, contribuir a mejorar el mundo en que vivimos. Pidamos ayuda a nuestro Padre.


Señor:

Ayúdanos a comprender a nuestros hijos y a escuchar pacientemente lo que tengan que decir.

Danos la paciencia necesaria para contestar con cariño todas sus preguntas.

Haznos tan amable con ellos, como quisiéramos que ellos fueran con nosotros.

Enséñanos a tratarlos siempre con amor.

Danos el valor de confesar y aceptar nuestras faltas cuando actuamos mal con ellos.

Capacítanos para no burlarnos de sus errores, ni humillarlos o avergonzarlos.       

Guíanos para que nuestro ejemplo siempre sea un buen modelo para ellos.

Te pido que ellos siempre vean en nosotros honestidad e integridad.

Controla nuestra lengua para que nunca escuchen en nosotros la crítica, el chisme y la murmuración.

Domina en nosotros la ira para que ellos nunca la vean.

Transfórmanos en fuente de estímulo y motivación.

Aconséjanos para no pedir de ellos más de lo que pueden dar.   

Permítenos darles la oportunidad de ser independientes para pensar, escoger y tomar decisiones de acuerdo a su edad.

Vigílanos para que nunca les causemos agresiones físicas o verbales.

Adiéstranos para corregirlos y disciplinarlos cuando sea necesario.

Fórmanos para que les demostremos nuestro amor con palabras, lenguaje corporal y dedicación de tiempo.

Entrénanos para discernir anhelos y deseos superfluos de verdaderas necesidades.

Guárdanos para nunca darles algo que les causará daño.

¡Señor nosotros queremos ser buenos padres como tú, para que nuestros hijos se conviertan en adultos con principios y valores basados en tu eterna sabiduría!

Amén.


Mateo 5:48

Sean ustedes perfectos, como su Padre que está en el cielo es perfecto.


Mateo 23:9

Y no llamen ustedes padre a nadie en la tierra, porque tienen solamente un Padre: el que está en el cielo.


Juan 3:6

Lo que nace de padres humanos, es humano; lo que nace del Espíritu, es espíritu.


Efesios 6:14

Hijos, obedezcan a sus padres como agrada al Señor, porque esto es justo. El primer mandamiento que contiene una promesa es este: Honra a tu padre y a tu madre, para que seas feliz y vivas una larga vida en la tierra. Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino más bien edúquenlos con la disciplina y la instrucción que quiere el Señor.


Colosenses 3:20-21

Hijos, obedezcan en todo a sus padres, porque esto agrada al Señor. Padres, no hagan enojar a sus hijos, para que no se desanimen.


Hebreos 12:6-11

Porque el Señor corrige a quien él ama, y castiga a aquel a quien recibe como hijo. Ustedes están sufriendo para su corrección: Dios los trata como a hijos. ¿Acaso hay algún hijo a quien su padre no corrija? Pero si Dios no los corrige a ustedes como corrige a todos sus hijos, entonces ustedes no son hijos legítimos. Además, cuando éramos niños, nuestros padres aquí en la tierra nos corregían, y los respetábamos. ¿Por qué no hemos de someternos, con mayor razón, a nuestro Padre celestial, para obtener la vida? Nuestros padres aquí en la tierra nos corregían durante esta corta vida, según lo que les parecía más conveniente; pero Dios nos corrige para nuestro verdadero provecho, para hacernos santos como él. Ciertamente, ningún castigo es agradable en el momento de recibirlo, sino que duele; pero si uno aprende la lección, el resultado es una vida de paz y rectitud.

Evangelio Diario: Febrero 24

Mateo 17:14-27
 
Cuando llegaron a donde estaba la gente, se acercó un hombre a Jesús, y arrodillándose delante de él le dijo: Señor, ten compasión de mi hijo, porque le dan ataques y sufre terriblemente; muchas veces cae en el fuego o en el agua.  Aquí se lo traje a tus discípulos, pero no han podido sanarlo.
 
Jesús contestó: ¡OH gente sin fe y perversa! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Traigan acá al muchacho. Entonces Jesús reprendió al demonio y lo hizo salir del muchacho, que quedó sano desde aquel momento.
 
Después los discípulos hablaron aparte con Jesús, y le preguntaron: ¿Por qué no pudimos nosotros expulsar el demonio? Jesús les dijo: Porque ustedes tienen muy poca fe. Les aseguro que si tuvieran fe, aunque solo fuera del tamaño de una semilla de mostaza, le dirían a este cerro: Quítate de aquí y vete a otro lugar, y el cerro se quitaría. Nada les sería imposible.
 
Mientras andaban juntos por la región de Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; pero al tercer día resucitará. Esta noticia los llenó de tristeza.
 
Cuando Jesús y sus discípulos llegaron a Cafarnaúm, los que cobraban el impuesto para el templo fueron a ver a Pedro, y le preguntaron: ¿Tu maestro no paga el impuesto para el templo? Sí, lo paga, contestó Pedro. Luego, al entrar Pedro en la casa, Jesús le habló primero, diciendo: ¿Tú qué opinas, Simón? ¿A quiénes cobran impuestos y contribuciones los reyes de este mundo: a sus propios súbditos o a los extranjeros? Pedro le contestó: A los extranjeros. Jesús añadió: Así pues, los propios súbditos no tienen que pagar nada. Pero, para no servir de tropiezo a nadie, vete al lago, echa el anzuelo y saca el primer pez que pique. En su boca encontrarás una moneda, que será suficiente para pagar mi impuesto y el tuyo; llévala y págalos.

Versículos Para Hoy: Febrero 24

Mateo 13:23
Pero la semilla sembrada en buena tierra representa a los que oyen el mensaje y lo entienden y dan una buena cosecha, como las espigas que dieron cien, sesenta o treinta granos por semilla.


Otros versículos:

2 Corintios 9:7
Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, y no de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría.

Pensamiento Para Hoy: Febrero 24

Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.

miércoles, 23 de febrero de 2011

¿Por Qué Alabar?

La Adoración

¿Qué significa adorar a Dios? Significa someter a Él nuestra voluntad y manera de ser. Significa que estamos reconociendo la suprema autoridad de Dios sobre nosotros. Que estamos renunciando a nuestra propia voluntad a favor de la suya porque nos rendimos totalmente a Su voluntad. Aprender a adorar es aprender a decirle a Dios, de muchas maneras: No se haga mi voluntad sino la tuya.

Tenemos una disposición natural a hacer énfasis en nuestro derecho a adorar  "a nuestra propia manera". Sin embargo, la verdadera adoración es de acuerdo a los términos de Dios, no de acuerdo a los nuestros. Esto señala un hecho fundamental en cuanto a la verdadera adoración: Una vez que escojo al único Dios vivo como mi Dios, renuncio al derecho de adorar "a mi manera". En el mismo hecho de llamarlo Dios, le concede el derecho de indicarnos cómo desea ser adorado.

Cuando estamos delante de nuestro Padre celestial, nuestro verdadero Padre, Rey de reyes y Señor de señores, solo podemos decir: ¿Qué deseas Padre mío? ¿Qué desea mi Señor? ¡Hágase solamente tu voluntad y no la mía! ¿Quién podría en presencia del Señor hacer su propia voluntad?

¿Dejarías todo lo que El Señor, tu Padre, te pida que dejes? No olvides que nadie te ama, ni te amará, como Él. Comprende que nadie sabe lo que realmente te conviene y lo que verdaderamente necesitas, como Él.

Si vas a adorar, no te arrodilles solo con el cuerpo, arrodíllate sobretodo con el alma.

Mateo 6:10
Venga tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra, así como se hace en el cielo.

Mateo 7:21
No todos los que me dicen: Señor, Señor, entrarán en el reino de los cielos, sino solamente los que hacen la voluntad de mi Padre celestial.

Mateo 12:50
Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.

Mateo 21:28-31
Jesús les preguntó: ¿Qué opinan ustedes de esto? Un hombre tenía dos hijos, y le dijo a uno de ellos: Hijo, ve hoy a trabajar a mi viñedo. El hijo le contestó: ¡No quiero ir! Pero después cambió de parecer, y fue. Luego el padre se dirigió al otro, y le dijo lo mismo. Este contestó: Sí, señor, yo iré. Pero no fue. ¿Cuál de los dos hizo lo que su padre quería? El primero, contestaron ellos. Y Jesús les dijo: Les aseguro que los que cobran impuestos para Roma, y las prostitutas, entrarán antes que ustedes en el reino de los cielos.

Mateo 26:39
En seguida Jesús se fue un poco más adelante, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente, y oró diciendo: Padre mío, si es posible, líbrame de este trago amargo; pero que no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.

Mateo 26:42
Por segunda vez se fue, y oró así: Padre mío, si no es posible evitar que yo sufra esta prueba, hágase tu voluntad.

Juan 4:34
Pero Jesús les dijo: Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y terminar su trabajo.

Juan 6:38
Porque yo no he bajado del cielo para hacer mi propia voluntad, sino para hacer la voluntad de mi Padre, que me ha enviado.

Juan 9:31
Bien sabemos que Dios no escucha a los pecadores; solamente escucha a los que lo adoran y hacen su voluntad.

Evangelio Diario: Febrero 23

Mateo 17:1-13
 
Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a Juan, el hermano de Santiago, y se fue aparte con ellos a un cerro muy alto. Allí, delante de ellos, cambió la apariencia de Jesús. Su cara brillaba como el sol, y su ropa se volvió blanca como la luz. En esto vieron a Moisés y a Elías conversando con Jesús. Pedro le dijo a Jesús: Señor, ¡qué bien que estemos aquí! Si quieres, haré tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
 
Mientras Pedro estaba hablando, una nube luminosa se posó sobre ellos, y de la nube salió una voz, que dijo: Este es mi Hijo amado, a quien he elegido: escúchenlo. Al oír esto, los discípulos se postraron con la cara en tierra, llenos de miedo. Jesús se acercó a ellos, los tocó y les dijo: Levántense; no tengan miedo. Y cuando miraron, ya no vieron a nadie, sino a Jesús solo. Mientras bajaban del cerro, Jesús les ordenó: No cuenten a nadie esta visión, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado.
 
Los discípulos preguntaron entonces a Jesús: ¿Por qué dicen los maestros de la ley que Elías ha de venir primero? Y Jesús contestó: Es cierto que Elías viene primero, y que él lo arreglará todo. Pero yo les digo que Elías ya vino, y que ellos no lo reconocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron. Del mismo modo, el Hijo del hombre va a sufrir a manos de ellos. Entonces los discípulos se dieron cuenta de que Jesús les estaba hablando de Juan el Bautista.

Versículos Para Hoy: Febrero 23

Mateo 5:19
Por eso, el que no obedece uno de los mandatos de la ley, aunque sea el más pequeño, ni enseña a la gente a obedecerlo, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero el que los obedece y enseña a otros a hacer lo mismo, será considerado grande en el reino de los cielos.


Otros versículos:

Hechos 11:21
El poder del Señor estaba con ellos, y así fueron muchos los que dejaron sus antiguas creencias y creyeron en el Señor.

Pensamiento Para Hoy: Febrero 23

Todo pasa por una razón dentro del plan de Dios y toda circunstancia te ayuda a crecer.

martes, 22 de febrero de 2011

Procrastinar

Procrastinar significa: Diferir o aplazar la ejecución de un acto. Es un concepto muy parecido a postergar, que significa a su vez: Hacer sufrir atraso, dejar atrasado algo, del tiempo en que había de tener su efecto.

La procrastinación y la postergación es el arma del reino de las tinieblas para hacer que nosotros dejemos las cosas importantes para después. ¡Es una de sus armas más astutas! Nuestro enemigo, el diablo, sabe que si no puede detenernos, puede tratar de retrasarnos. Si no puede convencernos de que no hagamos algo, hace que lo retrasemos y posterguemos, porque lo único que necesita para que triunfe su maldad es que nosotros dejemos los asuntos importantes para después. O sea, ¡que no hagamos nada!

¡Debemos recordar constantemente que el tiempo es nuestro recurso más valioso! El tiempo perdido se va para siempre y aunque es muy fácil perderlo, debemos recordar que es muy costoso y valioso. Es cierto que invertir bien el tiempo es difícil y consume mucho esfuerzo y energías, debiendo hacer algunos sacrificios para poder invertirlo sabiamente. ¡Pero el tiempo bien invertido es el que nos permite lograr nuestras metas!

Si procrastinamos o postergamos la tarea que el Señor nos ha asignado, porque hay algo que queremos hacer antes, es probable que la tarea nunca se hará, ¡porque siempre habrá algo que hacer antes! ¡Todo lo que debemos hacer, tenemos que hacerlo con rapidez, pues no sabemos cuanto tiempo nos queda! ¡Después podría ser muy tarde!

Solo somos dueño del ahora, del presente; esforcémonos con voluntad en hacer ahora lo que debemos hacer en lugar dedicarnos a algunos deseos y anhelos que se presentan para distraernos de lo que El Señor nos ha mandado a hacer. ¡No confiemos en que después tendremos tiempo para hacerlo!