Cuando te comunicas con Dios es posible que intentes rezar u orar, o algo parecido. Pero me gustaría proponerte algo diferente. Deberías intentar conversar con Dios y me refiero a una conversación, que es un dialogo y no un monólogo. Por lo tanto, cuando converses con Dios debes hablar para ser escuchado, pero debes también escuchar, porque pero no se puede conversar sin escuchar.
Cuando conversas con Dios debes tener muchísimo interés en escucharlo, porque estás conversando con tu propio Padre, que es a la vez en Rey del Universo y el creador de todo lo visible e invisible. Por lo tanto, te interesa conocer su opinión y Su voluntad.
También es cierto que cuando quieres tener una conversación importante con alguien buscas un lugar apartado donde nadie te pueda interrumpir y dedicarle el tiempo necesario para poder aprovechar la oportunidad de conversar con esa persona. Por eso cuando vayas a conversar con Dios busca estar a solas con Él y no tengas limitaciones de tiempo.
Para finalizar, si vas a tener una conversación importante con alguien más sabio, influyente y poderoso que tu, es porque crees que esa persona te puede aconsejar, guiar y ayudar, mejor que nadie. ¿Sino para que conversar? Dios lo sabe todo y todo lo puede.
¿Cómo te comunicas con Dios? ¿Rezas? ¿Oras? Si realmente conversas con Dios conocerás Su amor y si lo buscas, aprenderás a escucharlo.
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