jueves, 12 de agosto de 2010

¿Qué Pides? ¿Qué Quieres?

¿Qué Pides? ¿Qué Quieres?
 
Cuando hablamos con nuestro Padre celestial, ¿Qué le pedimos? ¿Abundancia? ¿Éxito? ¿Amor?
 
No se puede generalizar, pero, por lo que escucho de las personas pienso que lo que más pedimos es abundancia y éxito. La pregunta es: ¿Por qué no pedimos más amor? Es probable que no pidamos más amor porque desconocemos la palabra de Dios y no comprendemos lo que realmente necesitamos y nos conviene.
 
El concepto de abundancia incluye elementos como prosperidad, riqueza, bienestar, tener algo en grandes cantidades y gozar de un gran bienestar económico. Sobre la abundancia Jesús nos dijo: Cuídense ustedes de toda avaricia; porque la vida no depende del poseer muchas cosas. (Lucas 12:15) y también dijo:El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. (Juan 10:10).
 
El concepto de éxito se refiere al fin o terminación de un negocio, asunto o actuación con un resultado feliz. Sobre el éxito Jesús nos enseñó la parábola del rico insensato: Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. El rico se puso a pensar: ¿Qué haré? No tengo dónde guardar mi cosecha. Y se dijo: Ya sé lo que voy a hacer. Derribaré mis graneros y levantaré otros más grandes, para guardar en ellos toda mi cosecha y todo lo que tengo. Luego me diré: Amigo, tienes muchas cosas guardadas para muchos años; descansa, come, bebe, goza de la vida. Pero Dios le dijo: Necio, esta misma noche perderás la vida, y lo que tienes guardado, ¿para quién será? (Lucas 12:16-20) y también nos enseñó que como dice el refrán: Unos siembran y otros cosechan. Y yo los envié a ustedes a cosechar lo que no les costó ningún trabajo; otros fueron los que trabajaron, y ustedes son los que se han beneficiado del trabajo de ellos. (Juan 4:37-38).
 
El concepto de amor que es muy amplio habla de un sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser, incluyendo el sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear. Finalmente tenemos un aspecto muy importante del amor que dice que es el sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo. Una vez, a Jesús le hicieron una pregunta: Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley? Jesús le dijo: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más importante y el primero de los mandamientos. Pero hay un segundo, parecido a este; dice: Ama a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se basan toda la ley y los profetas. (Mateo 22:36-40). Además Jesús nos mandó a amarnos unos a otros: Les doy este mandamiento nuevo: Que se amen los unos a los otros. Así como yo los amo a ustedes, así deben amarse ustedes los unos a los otros. Si se aman los unos a los otros, todo el mundo se dará cuenta de que son discípulos míos. Mi mandamiento es este: Que se amen unos a otros como yo los he amado a ustedes. (Juan 13:34-35 y 15:12)
 
El amor debe triunfar, permanecer y alimentarse de la obediencia: Yo los amo a ustedes como el Padre me ama a mí; permanezcan, pues, en el amor que les tengo. Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. (Juan 15:9-10). Les he dado a conocer quién eres, y aún seguiré haciéndolo, para que el amor que me tienes esté en ellos, y para que yo mismo esté en ellos. (Juan 17:26).
 
Pídele a tu Padre celestial que te dé mucho amor. Amor por ti mismo, por tu familia, por tus amigos, por tus vecinos, por tus compañeros de trabajo, por tus superiores, por tus gobernantes, por tus enemigos, aún por los desconocidos, por todo el mundo. Mucho amor que salga de ti como un manantial de agua viva.
 
Entonces conocerás la verdadera abundancia y el verdadero éxito, porque conocerás la verdad y la verdad te hará libre (Juan 8:32).
 
Juan 4:14
Pero el que beba del agua que yo le daré, nunca volverá a tener sed. Porque el agua que yo le daré se convertirá en él en manantial de agua que brotará dándole vida eterna.
 
 
Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.
 
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Mateo 10:8b
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1 Pedro 4:10
Como buenos administradores de los diferentes dones de Dios, cada uno de ustedes sirva a los demás según lo que haya recibido.
2 Juan 1:8

Tengan ustedes cuidado, para no perder el resultado de nuestro trabajo, sino recibir su recompensa completa. 

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